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¿Cómo comer antes de entrenar?

Consumir los alimentos adecuados antes de entrenar es esencial para obtener energía, mejorar el rendimiento y evitar fatiga, los nutricionistas recomiendan elegir opciones equilibradas según el tipo de ejercicio y las necesidades de cada persona.
Un nutricionista aconseja alimentos que aporten energía y favorezcan el rendimiento como los carbohidratos saludables que son la principal fuente de energía las proteínas que ayudan a proteger los músculos y mejorar la recuperación, y las grasas saludables en pequeñas cantidades, pueden dar energía prolongada.
Puedes optar por avena, pan integral, frutas o arroz, aguacate, frutos secos y aceite de oliva e incluyen yogur, huevos, frutos secos o pechuga de pollo.
Si comes 2-3 horas antes, elige una comida completa con carbohidratos, proteínas y grasas saludables. Si comes 30-60 minutos antes, opta por alimentos ligeros como un plátano, yogur, batidos naturales o frutos secos.
Por el contrario los alimentos muy grasosos o pesados, que pueden causar digestión lenta, el azúcar en exceso, que provoca picos de energía y fatiga posterior, las comidas picantes o muy condimentadas, que pueden causar molestias digestivas y las bebidas gaseosas y alcohol, afectan el rendimiento y la hidratación
El agua es fundamental en la alimentación antes de entrenar una buena hidratación, ya que influye directamente en el rendimiento y la recuperación. Ya que regula la temperatura corporal, evitando el sobrecalentamiento, mejora la circulación sanguínea, ayudando a que los músculos reciban oxígeno y nutrientes de manera eficiente, previene la fatiga, ya que la deshidratación puede causar cansancio y disminuir la fuerza, y facilita la digestión, permitiendo que los nutrientes de los alimentos sean mejor absorbidos.
Siendo recomendable beber 500 ml de agua unas 2 horas antes del ejercicio, y luego un vaso adicional 30 minutos antes para asegurarse de estar bien hidratado. Además, durante el entrenamiento, es importante seguir tomando pequeñas cantidades de agua para reponer lo que se pierde con el sudor.
En conclusión una alimentación adecuada antes del ejercicio mejora la energía, resistencia y recuperación, un especialista puede diseñar un plan ajustado a cada persona y tipo de entrenamiento, asegurando mejores resultados y bienestar y siguiendo estas pautas, tu entrenamiento será más efectivo y te sentirás mejor.
Comer bien antes del ejercicio no solo mejora el desempeño, sino que también contribuye a una vida más saludable y activa.
¡Prepararte con los alimentos adecuados te ayudará a dar lo mejor en cada entrenamiento!

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PAPEL DE LA CULPA CUANDO COMES

La culpa al comer puede influir en nuestro estado emocional, pues la ansiedad o el estrés se puede confundir con el hambre, lo cual nos afecta tanto a la salud mental como física, por comer ciertos alimentos provocando episodios de atracones o restricciones excesivas en lugar de disfrutar de la comida,

La presión social y cultural y los estándares de belleza o salud impuestos pueden generar culpa si sentimos que nuestros hábitos alimenticios no cumplen con ellos.

Una alimentación saludable es clave con la ayuda de un profesional nutricionista, abordar esta emoción es crucial para fomentar hábitos saludables 

La culpa puede llevar a comportamientos extremos, como restricciones alimentarias, atracones o ciclos de dieta que perpetúan una relación tensa con la comida, en lugar de ver la comida como fuente de nutrición y placer, se convierte en un motivo de juicio y autocastigo. 

Con los profesionales expertos en nutrición aprenderás pautas a identificar la diferencia de hambre y saciedad, antes, durante y después de comer y que todos los alimentos pueden formar parte de la alimentación para poder guiarte a través de la educación alimentaria a sentirte mejor y disfrutar del placer de la comida, aprendiendo que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada y que ningún alimento «es malo» en moderación.

Desmontan mitos sobre la comida y la necesidad de perfección en la dieta restricciones alimentarias, dietas extremas o reglas estrictas suelen llevar a «transgresiones» que desencadenan culpa.

Autoexigencia excesiva: Tener expectativas poco realistas sobre el propio cuerpo o hábitos alimenticios intensifica la culpa.

Disfrutando de la comida y ayudan a redefinir el acto de comer como un momento de conexión con el cuerpo ya la culpa puede contribuir a trastornos como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria.

Dedica tiempo a saborear los alimentos, comer despacio y prestando atención a cada bocado permite disfrutar plenamente de los sabores, texturas y aromas, masticar lentamente también ayuda a que el cerebro registre la saciedad, evitando comer en exceso y reduciendo así la probabilidad de sentir remordimientos.

 

«No viniste al mundo a contar calorías, viniste a vivir. Come, disfruta, sigue adelante.»


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TENGO EL HIGADO GRASO. ¿QUE PUEDO HACER DE COMER?

Un paciente con hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, puede presentar una acumulación excesiva de grasa en el hígado, es más común en personas con sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia.

 

Es importante un cambio en el estilo de vida, como la dieta y la pérdida de peso, para ello podrás consultar a los especialistas de la nutrición que te realizaran un seguimiento adecuado y personalizado del tratamiento según tus necesidades específicas.

Estos cambios pueden ser muy efectivos para mejorar la salud del hígado y prevenir complicaciones.

  • La dieta Mediterránea rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas saludables como el aceite de oliva. Este tipo de dieta ha demostrado ser beneficiosa para reducir la grasa hepática.

  • Evitar alimentos procesados ya que el consumo de azúcares refinados, carbohidratos simples y grasas trans,  pueden empeorar la acumulación de grasa en el hígado.

  • Aumentar la ingesta de fibra,  los alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas y verduras, ayudan a mejorar la salud metabólica.

  • Controlar las porciones y mantén un equilibrio calórico para evitar el aumento de peso, que es un factor de riesgo para el hígado graso

  • Una dieta baja en harinas refinadas, azúcares y alcohol, junto con la práctica regular de ejercicio.

 

Consejos de un estilo de vida saludable:

  • Ejercicio regular ya que la actividad física, como caminar, nadar o hacer ejercicios aeróbicos, ayuda a reducir la grasa acumulada en el hígado.

 

  1. Consumir calorías suficientes: Aumenta la ingesta calórica diaria eligiendo alimentos nutritivos y densos en energía, como frutos secos, semillas, aguacates y mantequilla de maní.

 

  • Evitar el alcohol pues el alcohol puede agravar la condición, incluso si el hígado graso no es de origen alcohólico.

 

  • Controlar el  peso entre un 5% y un 10% del peso corporal puede marcar una gran diferencia en la salud hepática.

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EL SUEÑO SE PUEDE MEJORAR CON LA ALIMENTACION

El sueño es un pilar fundamental para la salud, ya que influye en la regeneración celular, el equilibrio hormonal y el bienestar general. La nutrición juega un papel clave en la calidad del descanso, ya que ciertos alimentos pueden favorecer la producción de hormonas del sueño y mejorar la relajación, mientras que otros pueden interferir en el proceso de conciliación del sueño.

Mejorar el sueño a través de la alimentación es una estrategia efectiva y natural.

La alimentación tiene gran importancia a la hora de conciliar el sueño y la calidad de vida, por otro lado los malos hábitos alimenticios están afectando cada vez más nuestra capacidad para descansar.

Por lado la falta de nutrientes (triptófano o magnesio) consumo de cafeína, alcohol, cenas ricas en grasas o muy picantes pueden alterar el sueño.

Recomendaciones Nutricionales para un Mejor Descanso

  • Algunos alimentos mejoran el sueño como la leche o infusiones, los huevos, el plátano, las almendras, los cereales etc.
  • Cena ligera y equilibrada, optar por una combinación de proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables.
  • Evitar cenas muy tarde, lo ideal es cenar al menos 2-3 horas antes de dormir.
  • Hidratación adecuada: Evitar el exceso de líquidos antes de acostarse para prevenir despertares nocturnos.
  • Infusiones relajantes como la manzanilla, valeriana o tila pueden ayudar a preparar el cuerpo para el descanso.
  • La nutrición adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad del sueño.
  •  Adaptar la dieta a las necesidades del organismo permite optimizar el descanso y mejorar la salud en general.

Alimentos y Bebidas que Perjudican el Sueño

  • Cafeína y estimulantes, como en el café, té negro, refrescos y chocolate, pueden interferir en el sueño si se consumen en la tarde o noche.
  • Azúcares refinados ya que provocan picos de glucosa que pueden generar insomnio y despertares nocturnos.
  • Comidas pesadas y grasas como fritos, embutidos y comidas muy condimentadas dificultan la digestión y pueden interrumpir el descanso.
  • Alcohol puede inducir somnolencia, altera las fases profundas del sueño, reduciendo su calidad.

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La osteoporosis es una enfermedad, en ocasiones silenciosa, que consiste en una reducción de la densidad de los huesos y deterioro de su estructura, que a veces ocasiona fracturas.

En España la sufren 3,5 millones de personas, además su prevalencia es mucho superior en mujeres que en hombres  debido a los cambios hormonales.

El mejor tratamiento de esta enfermedad es la prevención de la misma, para ello se recomienda tener unos niveles adecuados de calcio y de Vitamina D.

La vitamina D

 Es producida por nuestra piel por la incidencia de los rayos del sol. Por ello es aconsejable 20 minutos al día que nos de el sol en cara y brazos. Es la responsable de que el calcio se absorba de manera correcta, por lo que su deficiencia, nos llevará a una deficiencia de calcio.

Calcio

El calcio es imprescindible para una buena salud ósea, pues se encarga de la formación de huesos y dientes, influye en la contracción muscular, funcionamiento cardiaco y nervioso. Por ello es importante tomar las cantidades adecuadas.

La leche y sus derivados, ofrecen una mayor biodisponibilidad de calcio, pero no son los únicos alimentos que lo tienen.

Las sardinas en aceite son ricas en calcio, y además nos aportan un alto contenido en omega 3.

Los garbanzos y la soja son de las legumbres que más calcio poseen.

Vegetales de hoja verde como  las acelgas, espinacas, brócoli, etc.

No nos olvidemos de los frutos secos como las almendras, y especias como el perejil, las semillas de lino, chía, girasol…

 

 Por lo tanto, no tiene sentido tomar muchos lácteos todo el rato, sino llevar una alimentación rica y variada con todo tipo de alimentos y por supuesto tener unos niveles adecuados de vitamina D, ya que si no el calcio no se puede absorber y se elimina a través de las heces.

Además, es importante recordar que los huesos responden a la práctica de ejercicio físico, por lo que es muy beneficioso para nuestra salud ósea, muscular y articular la realización de cualquier deporte. 

 

 

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MEJORA TU SISTEMA INMUNITARIO A TRAVÉS DE LA ALIMENTACIÓN.

El sistema inmunitario es el encargado en nuestro cuerpo de combatir infecciones y otras enfermedades. Está formado por diferentes órganos como las amígdalas, el timo, ganglios linfáticos, bazo, apéndice, etc.

Aunque es cierto que un solo tipo de alimento no nos va a proteger frente a una determinada enfermedad, un conjunto de alimentos y hábitos saludables hacen que nuestro sistema inmunológico sea más fuerte y tengamos menos riesgo de enfermar.

Los alimentos que más lo fortalecen son aquellos ricos en vitaminas y minerales como el cobre, zinc, hierro y selenio.

 Os mostramos una lista con los mejores alimentos para el sistema inmune.

  • Frutas, en especial los cítricos, ya que conllevan Vit C  y los frutos rojos como frambuesas, arándanos, moras…  pues contienen muchos antioxidantes.
  • Carne blanca: un ejemplo es el pollo, rico en vitamina B6, favorece la creación de nuevos globulos rojos.
  • Verduras:  todas las verduras son beneficiosas, las espinacas contienen vitamina C y betacarotenos. El boniato es rico en vitamina A. El pimiento contiene más vitamina C que los cítricos. 
  • Pescado azul: tiene un gran contenido en Omega 3, ya sea fresco o en conservas.
  • Lácteos: los fermentados son lo que más contribuyen al sistema inmune como el yogurt o el kéfir.
  • Especias: ajo y jengibre. Recuerda que el jengibre es un antiinflamatorio natural. 
  • Grasas saludables: los frutos secos son ricos en Vit E.

Recordad la hidratación, es fundamental para nuestra mucosa corporal, pues es la primera zona de contacto de nuestro cuerpo con virus, bacterias y otros gérmenes. Si se encuentra deshidratada es más fácil pasarla para estos patógenos.

Es conveniente disminuir o restringir el tabaco y el alcohol, pues son inmunosupresores.

 Y, por último, pero no menos importante, recuerda realizar ejercicio físico siempre que puedas y tener buen descanso.

 Esperamos que os haya sido de ayuda. Si quieres asesoramiento personalizado no dudes en ponerte en contacto con nutrieat.

Bibliografía: 

  1. Vilaplana i Batalla M. Nutrición y sistema inmunitario. Farm prof (Internet) [Internet]. 2015 [citado el 28 de febrero de 2022];29(6):22–5. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-nutricion-sistema-inmunitario-X0213932415442091

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