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COMO MANTENER UNA CORRECTA HIDRATACIÓN EN VERANO

Cuando se acerca el calor y suben las temperaturas todo es fiesta y celebración, pero no debemos olvidarnos de cuidar nuestra salud y sobre todo de la importancia de hidratarse en verano correctamente. Tanto la piel, como el pelo, como nuestro organismo en general. 

¡Te enseñamos cómo!

Nuestro cuerpo es agua en más de un 50%, siendo esta proporción variable en función de la edad, el género y el peso.  Su alta presencia en nuestro organismo hace que sea vital reponerla debido a las pérdidas que se dan diariamente, especialmente en épocas de mucho calor. En este post te damos algunos consejos útiles sobre cómo hidratarse correctamente en verano.

Por qué es importante hidratarse en verano

Con la llegada del verano aumentan las temperaturas y la humedad, y, con ello, la sudoración, que es el principal mecanismo que el cuerpo pone en marcha para mantener la temperatura corporal. 

Por lo tanto, una mayor sudoración hace que nuestro organismo necesite más cantidad de agua que en otras épocas del año para evitar la deshidratación por calor.

Además, con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, se disparan las ganas de salir de casa y disfrutar de largas horas al aire libre, por lo que resulta imprescindible una buena hidratación en verano para mantener el equilibrio.

5 Consejos para saber cómo hidratarse en verano

Por norma general, se recomienda consumir al día unos 3 litros aproximadamente de agua. Teniendo en cuenta las cantidades recibidas tanto por los líquidos como por los alimentos.

Si crees que a veces no te estás hidratando de forma correcta, te damos algunos consejos que poniéndolos en práctica te ayudarán a evitar la deshidratación en verano.

Bebe agua con más frecuencia

Lo fundamental es ingerir líquidos con mayor frecuencia. Sobre todo, si nos exponemos directamente al sol o practicamos actividad física. 

Te recomendamos que siempre que vayas a la playa, a la montaña o realices ejercicio en exteriores, lleves contigo una botella de agua, para garantizar que aportas la suficiente cantidad de líquido al organismo.

Para conseguir una buena hidratación en verano, es recomendable beber entre 6 y 8 vasos de agua al día.

Evita el exceso de bebidas azucaradas

Una costumbre muy habitual en las tardes de estos calurosos días, es quedar para tomar algo  en alguno de los mejores chiringuitos de playa. En estos momentos, siempre se suele optar por refrescos u otro tipo de bebidas azucaradas que afectan a nuestra hidratación en verano.

Debemos tener en cuenta que, además, este tipo de bebidas, a la larga, crean todavía más sed y no te ayudarán a luchar contra la deshidratación.

Lo mismo ocurre con las horchatas o los granizados, tan típicos de los meses estivales. Y, en el caso de las bebidas con gas.

Refréscate con bebidas saludables

Para alcanzar una correcta hidratación en verano, deberemos optar por bebidas más saludables tales como zumos naturales, licuados de frutas y verduras e infusiones frías. Estas deliciosas bebidas, aparte de agua, nos aportarán un interesante contenido en nutrientes que nos ayudará a llegar a las cantidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales

Mantén una dieta equilibrada

Una de las claves para cuidar la hidratación en verano de nuestro cuerpo, es manteniendo una dieta equilibrada y saludable con alimentos que nos aporten ese plus de hidratación que necesitamos.

Sabemos que cuando hace mucho calor nos apetecen recetas frescas, poco pesadas y fáciles de preparar o llevar a cualquier parte. Las mejores opciones son ensaladas de pasta, de fruta, gazpachos u otros platos ligeros, pero saludables. 

Si quieres probar un plato de escándalo para esos días de calor te recomendamos nuestra receta de ensalada de sandia Te sorprenderá lo fácil que es de preparar y lo delicioso y refrescante que es este plato.

Aumenta el consumo de frutas y verduras

Sin ninguna duda, la fruta y la verdura forma parte del listado de alimentos refrescanttes indispensables. Por ejemplo, la sandía es una de las frutas favoritas de esta época del año porque nos da una gran sensación refrescante y tiene un alto contenido en agua. ¡Perfecta si quieres mejorar la hidratación en verano!

Ahora que ya conoces algunos de los consejos para hidratarse este verano, no hay excusas para ponerse manos a la obra. ¡Combate la deshidratación y disfruta del buen tiempo sin descuidar tu salud! 

Recuerda que en nuestra web encontrarás deliciosos platos para preparar esta temporada veraniega y superar el calor con el mejor sabor.

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¿Sufres de retención de liquidos en verano , te ayudo a combatirlo?

La expresión «retengo líquidos» es repetida a menudo en las consultas de nutrición y esta suele darse cuando hay una ganancia de peso corporal. Pero, ¿qué es realmente la retención de líquidos?, ¿qué pasa en nuestro organismo?

El agua es el componente básico más importante del cuerpo humano y supone de media el 60% del peso en los adultos. Dos terceras partes del agua está dentro de las células, y el tercio restante, repartida entre los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos y los espacios entre células y órganos. El agua de ambos compartimentos (el espacio intracelular y el espacio extracelular) contiene sustancias disueltas que contribuyen al equilibrio hídrico.

La necesidad diaria de agua está determinada por la cantidad que se pierde y se metaboliza, y por la que se intercambia con el exterior, la cual depende de factores como la temperatura ambiental, el gasto energético, la actividad física o la composición de la dieta. Las necesidades de ingesta de agua también están determinadas por la edad, el sexo, el peso corporal, y las alteraciones relacionadas con la salud (p.ej. fiebre, vómitos y diarrea).

Cómo se consigue el equilibrio hídrico

Nuestro cuerpo en condiciones normales gana y pierde agua a diario. Para mantener el volumen de líquidos corporales las ganancias y las pérdidas deben equilibrarse entre sí. Esto es importante, ya que el cuerpo no tiene la capacidad de almacenar agua.

Ingresamos agua a través de bebidas, alimentos y por la transformación de nutrientes en energía (agua de oxidación); y la perdemos por la respiración, las heces, la transpiración, sudoración y la orina.

El balance hídrico depende sobre todo de la ingesta de agua y la producción de orina. El tubo digestivo, los riñones y el encéfalo mantienen el contenido de agua corporal relativamente constante. Los mecanismos que sostienen el equilibrio hídrico dependen de varias hormonas, entre las que se incluyen la hormona antidiurética (vasopresina), la aldosterona, la angiotensina II, la cortisona, la noradrenalina y la adrenalina. La sed está regulada por el hipotálamo y controla la ingesta de agua en los individuos sanos.

Principales factores para la retencion de liquidos 

  • Cambios hormonales (menopausia, menstruación).
  • Ciertos medicamentos.
  • Dieta inadecuada (exceso de sal, déficit de proteínas, poca ingesta de agua).
  • Falta de ejercicio físico.
  • Estrés o ansiedad.
  • Falta de sueño.
  • Exceso de calor.

Toma nota de estos consejos para combatir la retención de líquidos:

  1. Mantén una alimentación variada y equilibrada en minerales

Opta por alimentos ricos en magnesio y potasio, como frutas (uva, naranja, frutos rojos), verduras (pimiento, espinacas, zanahorias), cereales integrales, frutos secos, legumbres, semillas y chocolate con más del 85% de cacao. Estos nutrientes ayudan a regular la hidratación y promueven la diuresis.

  1. Modera la ingesta de alimentos ricos en sodio

Evita los alimentos ultra procesados y precocinados, así como salsas, conservas, aperitivos salados, quesos grasos y embutidos, ya que el exceso de sodio favorece la retención de líquidos. En lugar de sal, usa especias como ajo, comino, pimienta negra u orégano para dar sabor a tus platos.

  1. Reduce hábitos tóxicos

El alcohol y el tabaco son nocivos para el organismo y pueden empeorar la retención de líquidos. Redúcelos o elimínalos para mejorar tu bienestar general.

  1. Realiza actividad física diaria

Dedica al menos 30 minutos diarios a caminar o practicar alguna actividad física. El ejercicio ayuda a activar la circulación y la función renal, combatiendo el sedentarismo, uno de los principales enemigos de la retención de líquidos.

  1. Mantén una hidratación adecuada

Bebe al menos un litro y medio de agua al día. Lleva siempre contigo una botella de agua y, si te resulta difícil, opta por infusiones, tés fríos o zumos de frutas y vegetales frescos.

  1. Evita la ropa ajustada

La ropa muy apretada puede perjudicar la circulación sanguínea. Prefiere prendas cómodas y evita pantalones, vestidos y medias de compresión que sean muy ceñidos.

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Trucos para comer fuera sin perder el control

 

Días más largos, mejor temperatura y un mayor espíritu festivo están detrás de la evidencia: durante los meses de verano disfrutamos más de realizar comidas fuera de casa, y en España más que en ningún otro sitio: según Eurostat, los españoles son los europeos que más disfrutan de salir de restaurantes . Una actividad con infinidad de connotaciones positivas, pero también dos negativas: menor control sobre lo que comemos, que tiende a ser menos ligero; y en algunos casos incluso aumento de peso.

Aleja la idea de que comer fuera está PROHIBIDO.

Libérate de ideas y creencias de dietas tradicionales que prohíben comer fuera, regímenes (esta palabra me pone los pelos de punta), antiguas, estrictas o como lo quieras llamar. Suelta el control de CONTROLAR (valga la redundancia) lo que puedes y lo que no comer. Piénsalo, reflexiónalo, ¿todas esas normas te han ayudado o alejado de conseguir tus objetivos?.

Comer fuera una vez a la semana o cada dos semanas, NO significa que vayas a engordar. Tampoco si en verano has salido más veces de la cuenta al estar de vacaciones. También debemos ir cambiando que comer fuera sea sinónimo de “comer hasta reventar”, ni dar vía libre para comer lo que quiera y cuanto quiera. Quizá por eso tan difícil comunicar sobre este tema, porque siempre nos vamos a los polos opuestos, y esto nos aleja de un equilibrio.

Comer un día menos saludable no implica que tu estilo de vida ya no lo sea. Se trata de aprender a elegir alimentos saludables y permitirnos cierta flexibilidad cuando salimos fuera para lograr ese equilibrio que antes mencionaba.

Antes de salir, toma una fruta, vaso de gazpacho, salmorejo u otro snack saciante

Es muy importante no llegar con mucha hambre cuando salimos a comer fuera de casa para elegir mejor. Esperar a tus amigos, sentarte en la mesa, el bar abarrotado y el camarero no viene…Acabas cogiendo las aceitunas, el pan y todo lo que pilles. Tener mucha hambre te nubla la mente y la vista a la hora de elegir y con mayor probabilidad escogerás algo menos saludable.

Un pequeño snack te hará llegar con menos hambre al momento de pedir en el bar o restaurante, lo agradecerás muchísimo y ya habrás comenzado tu comida fuera de forma saludable. Antes de salir, toma una pieza de fruta, unos tomates cherrys, una zanahoria cruda, pepinillos, gazpacho, salmorejo, un yogur, unos frutos secos. Las veces que lo hago, FUNCIONA. Pruébalo tú mismo.

Elige lugares donde sea más fácil comer saludable

Antes de nada, debemos barajar los establecimientos que te facilitarían comer más saludable fuera de casa:

Chiringuitos de playa. Parrilladas de pescado, espetos y una ensalada fresquita alegran el día a cualquiera. Los fritos no deben ser frecuentes, pero si tomas dos anillas de calamar frito, NO PASA NADA.

Restaurantes españoles. Escogiendo primer plato ligero y/o con verduras, un segundo plato probando gastronomía típica de la zona y fruta de postre.

Restaurantes poke bowl. Ensaladas fresquitas con base de arroz o quinoa, pescado marinado y verduras con muchos colores, combinación ligera y deliciosa.

Asador de carne. Carne a la brasa, patatas cocidas y ensalada variada, un acierto seguro sin salir empachado.

Bares de tapas. Siempre recomiendo una tapa de vegetales, una de carne/pescado/huevo y otra de hidratos de carbono, ¡muy importante no quedarte con hambre!

los trucos para comer sano fuera de casa y no caer en excesos:

  1. «A mi manera» : Comer fuera de casa no significa perder un control completo sobre lo que comemos: en muchos casos, pedir variaciones sobre el menú no representará ningún inconveniente y asegura una mayor ligereza en la ingesta de alimentos final. ¿Cómo? Por ejemplo, pidiendo a la plancha o asado aquello que esté frito o cambiando las guarniciones más contundentes por vegetales.
  2. Conocer los trucos básicos de la comida internacional: Hombre prevenido vale por dos y, en este caso, conocer las versiones “saludables” (e igualmente deliciosas) de la comida que se vaya a disfrutar es garantía de éxito. Mexicano Que las fajitas sean de pollo y sin crema agria; Chino Con arroz integral y verduras al vapor (y con palillos para comer más lentamente y masticar mejor); ¿curry? Mejor con base de caldo, con menos calorías que la leche de coco; ¿italiano? Con salsa de tomate.
  3. Compensar a lo largo del día: ejercicio + comida saludable. Comer fuera no significa abandonar todo placer culinario: ni pasando hambre todo el día para hacer hueco, ni optando por una opción «light» del menú que nos resulte poco apetecible. El truco está en comer lo que se desee y compensar durante el día con platos saludables que equilibren bien la proporción de grasas, hidratos de carbono y proteínas. Además, resulta recomendable incluir ese día una sesión de ejercicio, ya que el deporte no solo quema calorías sino que mantiene a raya el apetito.

4. «Sí» al postre . Contrariamente a lo que se cree, el «comer sano» en restaurantes no pasa por comer lo que se quiera y renunciar al postre; es más, esta práctica suele desembocar en un picoteo posterior (y más calórico) al llegar a casa. Por esto, es recomendable pedir primero una ensalada para regular el apetito durante el resto de la comida; un plato principal a continuación, acompañado de la cantidad adecuada de agua para mantener un ritmo pausado y disfrutar más la comida; y un postre.

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COMO EMPEZAR A CREAR HABITOS SALUDABLES

Seguro que muchos de nosotros tenemos como meta este año comenzar a comer de manera más saludable. Ahora bien, ¿por dónde empezamos? 

Se recomienda que para adquirir unos hábitos saludables, los cambios que realicemos en nuestra dieta y estilo de vida deben de ser graduales. Empieza el año con la frase  ¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!

Aquí te dejo algunos ejemplos muy sencillos:

 

  • Probablemente el desayuno sea el momento en el que tomemos las peores decisiones, y esto se refleja en nuestra energía y saciedad a lo largo del día. Incluye en él una buena fuente de grasa ( aceite de oliva virgen extra, aguacate, huevo, queso curado o yogur/kéfir natural o entero) y una fuente de proteína de calidad (atún, jamón ibérico o pavo).

 

  • Variedad de fruta y vegetales. Aprovecha las temporadas de cada alimento para ir cambiando y además ahorrar. 

 

  • Evita alimentos procesados ricos en calorías y grasas y opta por preparar esos alimentos tú mismo/a. Comer saludable no es aburrido y en Nutrieat te enseñamos infinidad de recetas. Por ejemplo, ¿quién dijo que comer un donuts no es saludable? Los que preparamos no tienen nada que envidiar de sabor a los procesados y además son súper fáciles de preparar.

 

  • Elige chocolate negro. Al principio puede parecernos un reto difícil, puesto que muchas veces optamos por el chocolate con leche ( 50% de cacao) ya que lo encontramos más dulce. Comienza con un chocolate al 70% y ve acostumbrando tu paladar hasta llegar a un cacao de al menos 85%.

 

  • Realiza actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS)  recomienda realizar 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. Es un buen momento para encontrar algún deporte que te guste o probar otro distinto.

 

  • Adoptar unos buenos hábitos de descanso. Intentar dormir 8 horas al día de manera continua y evitar estimulantes antes de dormir como cafeína o aparatos tecnológicos (TV, móvil) ya que influyen de manera negativa en nuestra higiene del sueño. Sabemos que esto lo has escuchado infinidad de veces pero ¿lo cumples?

 

Recuerda que pequeños cambios marcan grandes diferencias.

 

Bibliografía: García-Orea Haro B. Dime qué como ahora. Mejora tu microbiota, tus digestiones y tu energía. 2022.

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