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PAPEL DE LA CULPA CUANDO COMES

La culpa al comer puede influir en nuestro estado emocional, pues la ansiedad o el estrés se puede confundir con el hambre, lo cual nos afecta tanto a la salud mental como física, por comer ciertos alimentos provocando episodios de atracones o restricciones excesivas en lugar de disfrutar de la comida,

La presión social y cultural y los estándares de belleza o salud impuestos pueden generar culpa si sentimos que nuestros hábitos alimenticios no cumplen con ellos.

Una alimentación saludable es clave con la ayuda de un profesional nutricionista, abordar esta emoción es crucial para fomentar hábitos saludables 

La culpa puede llevar a comportamientos extremos, como restricciones alimentarias, atracones o ciclos de dieta que perpetúan una relación tensa con la comida, en lugar de ver la comida como fuente de nutrición y placer, se convierte en un motivo de juicio y autocastigo. 

Con los profesionales expertos en nutrición aprenderás pautas a identificar la diferencia de hambre y saciedad, antes, durante y después de comer y que todos los alimentos pueden formar parte de la alimentación para poder guiarte a través de la educación alimentaria a sentirte mejor y disfrutar del placer de la comida, aprendiendo que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada y que ningún alimento «es malo» en moderación.

Desmontan mitos sobre la comida y la necesidad de perfección en la dieta restricciones alimentarias, dietas extremas o reglas estrictas suelen llevar a «transgresiones» que desencadenan culpa.

Autoexigencia excesiva: Tener expectativas poco realistas sobre el propio cuerpo o hábitos alimenticios intensifica la culpa.

Disfrutando de la comida y ayudan a redefinir el acto de comer como un momento de conexión con el cuerpo ya la culpa puede contribuir a trastornos como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria.

Dedica tiempo a saborear los alimentos, comer despacio y prestando atención a cada bocado permite disfrutar plenamente de los sabores, texturas y aromas, masticar lentamente también ayuda a que el cerebro registre la saciedad, evitando comer en exceso y reduciendo así la probabilidad de sentir remordimientos.

 

«No viniste al mundo a contar calorías, viniste a vivir. Come, disfruta, sigue adelante.»


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10 CONSEJOS PAR SUBIR DE PESO DE FORMA SALUDABLE

1. Distribuir las comidas: Come entre 5 y 6 veces al día para repartir las calorías y mantener un suministro constante de energía.

 

2. Incorporar proteínas magras: La proteína es esencial para ganar masa muscular. Incluye fuentes como pollo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos.

 

3. Incluir carbohidratos complejos: Los carbohidratos como arroz integral, avena, quinua y patatas aportan energía sostenida y son fundamentales para aumentar de peso.

 

4. Añadir grasas saludables: Fuentes como aceite de oliva, aguacates y pescados grasos son esenciales para aumentar calorías de manera beneficiosa.

 

5. No saltarse el desayuno: Opta por desayunos ricos en calorías y nutrientes, como avena con frutas y frutos secos o batidos con proteínas.

 

6. Usar «extras» saludables: Añade calorías de forma creativa, como un poco de queso rallado, yogur griego o semillas en tus comidas.

 

7. Hacer ejercicio de fuerza: Levantar pesas o realizar ejercicios de resistencia ayuda a convertir el exceso calórico en músculo en lugar de grasa.

 

8. Hidratación adecuada: Bebe suficiente agua, pero evita líquidos justo antes de las comidas para no reducir tu apetito.

 

9. Ser consistente: El aumento de peso saludable lleva tiempo. Mantén un enfoque constante y sé paciente con los resultados

 

10. Introducir snack saludables entre horas

 

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TENGO EL HIGADO GRASO. ¿QUE PUEDO HACER DE COMER?

Un paciente con hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, puede presentar una acumulación excesiva de grasa en el hígado, es más común en personas con sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia.

 

Es importante un cambio en el estilo de vida, como la dieta y la pérdida de peso, para ello podrás consultar a los especialistas de la nutrición que te realizaran un seguimiento adecuado y personalizado del tratamiento según tus necesidades específicas.

Estos cambios pueden ser muy efectivos para mejorar la salud del hígado y prevenir complicaciones.

  • La dieta Mediterránea rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas saludables como el aceite de oliva. Este tipo de dieta ha demostrado ser beneficiosa para reducir la grasa hepática.

  • Evitar alimentos procesados ya que el consumo de azúcares refinados, carbohidratos simples y grasas trans,  pueden empeorar la acumulación de grasa en el hígado.

  • Aumentar la ingesta de fibra,  los alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas y verduras, ayudan a mejorar la salud metabólica.

  • Controlar las porciones y mantén un equilibrio calórico para evitar el aumento de peso, que es un factor de riesgo para el hígado graso

  • Una dieta baja en harinas refinadas, azúcares y alcohol, junto con la práctica regular de ejercicio.

 

Consejos de un estilo de vida saludable:

  • Ejercicio regular ya que la actividad física, como caminar, nadar o hacer ejercicios aeróbicos, ayuda a reducir la grasa acumulada en el hígado.

 

  1. Consumir calorías suficientes: Aumenta la ingesta calórica diaria eligiendo alimentos nutritivos y densos en energía, como frutos secos, semillas, aguacates y mantequilla de maní.

 

  • Evitar el alcohol pues el alcohol puede agravar la condición, incluso si el hígado graso no es de origen alcohólico.

 

  • Controlar el  peso entre un 5% y un 10% del peso corporal puede marcar una gran diferencia en la salud hepática.

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EL SUEÑO SE PUEDE MEJORAR CON LA ALIMENTACION

El sueño es un pilar fundamental para la salud, ya que influye en la regeneración celular, el equilibrio hormonal y el bienestar general. La nutrición juega un papel clave en la calidad del descanso, ya que ciertos alimentos pueden favorecer la producción de hormonas del sueño y mejorar la relajación, mientras que otros pueden interferir en el proceso de conciliación del sueño.

Mejorar el sueño a través de la alimentación es una estrategia efectiva y natural.

La alimentación tiene gran importancia a la hora de conciliar el sueño y la calidad de vida, por otro lado los malos hábitos alimenticios están afectando cada vez más nuestra capacidad para descansar.

Por lado la falta de nutrientes (triptófano o magnesio) consumo de cafeína, alcohol, cenas ricas en grasas o muy picantes pueden alterar el sueño.

Recomendaciones Nutricionales para un Mejor Descanso

  • Algunos alimentos mejoran el sueño como la leche o infusiones, los huevos, el plátano, las almendras, los cereales etc.
  • Cena ligera y equilibrada, optar por una combinación de proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables.
  • Evitar cenas muy tarde, lo ideal es cenar al menos 2-3 horas antes de dormir.
  • Hidratación adecuada: Evitar el exceso de líquidos antes de acostarse para prevenir despertares nocturnos.
  • Infusiones relajantes como la manzanilla, valeriana o tila pueden ayudar a preparar el cuerpo para el descanso.
  • La nutrición adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad del sueño.
  •  Adaptar la dieta a las necesidades del organismo permite optimizar el descanso y mejorar la salud en general.

Alimentos y Bebidas que Perjudican el Sueño

  • Cafeína y estimulantes, como en el café, té negro, refrescos y chocolate, pueden interferir en el sueño si se consumen en la tarde o noche.
  • Azúcares refinados ya que provocan picos de glucosa que pueden generar insomnio y despertares nocturnos.
  • Comidas pesadas y grasas como fritos, embutidos y comidas muy condimentadas dificultan la digestión y pueden interrumpir el descanso.
  • Alcohol puede inducir somnolencia, altera las fases profundas del sueño, reduciendo su calidad.

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La Importancia de No Saltarse las Cenas.

En Nutrieat, sabemos que cada comida cuenta, y la cena no es la excepción.

A menudo es subestimada, sin embargo, la cena juega un papel importante en nuestra salud y bienestar. Saltarse esta comida puede tener efectos significativos, especialmente en nuestra capacidad para dormir bien y mantener una dieta equilibrada.

¿Por qué no deberías saltarte la cena? o ¿Por qué no deberías comer menos de lo que deberías?

  1. Impacto en el Sueño, saltarse la cena puede provocar hambre durante la noche, lo que puede dificultar que conciliemos el sueño. El hambre puede provocar interrupciones en tus patrones de sueño, haciéndote sentir cansado y fatigado al día siguiente. Una cena equilibrada ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre durante la noche, promoviendo un sueño continuo y de calidad.
  2. Completa tu Necesidad Nutricional Diaria, la cena es una oportunidad fundamental para completar las necesidades nutricionales diarias. Al incluir una variedad de alimentos ricos en nutrientes, puedes asegurarte de que tu cuerpo reciba suficientes proteínas, fibras, vitaminas y minerales. Esto es conveniente si no has podido obtener todos los nutrientes necesarios en tus comidas anteriores.
  3. Prevención de Antojos No Saludables, saltarse la cena o cenar muy poco puede aumentar los antojos por alimentos poco saludables por la noche. Cuando tu cuerpo está hambriento, es más probable que busques opciones rápidas y convenientes, como chocolates, magdalenas y otros alimentos procesados. Estos productos pueden ser altos en azúcares y grasas poco saludables, lo que no solo afecta negativamente tu salud, sino que también puede sabotear tus objetivos nutricionales y de control de peso.

¿Cómo puedo preparar una cena saludable y satisfactoria?

Para evitar los efectos negativos de saltarse la cena, es necesario preparar una comida que sea nutritiva y agradable. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:

  • Incorpora proteínas magras. Incluye fuentes de proteínas magras como pollo, pescado, tofu o legumbres en tu cena para mantenerte saciado durante la noche.
  • Añade fibra. Alimentos ricos en fibra, como las verduras, frutas y granos enteros, ayudan a la digestión y te mantienen lleno por más tiempo, por lo que, puede prevenir los antojos nocturnos.
  • Las grasas saludables. Como el aguacate, frutos secos y aceite de oliva, ayudan a la absorción de vitaminas y mantienen la sensación de saciedad.
  • Los carbohidratos complejos. Se encuentran en los granos enteros (arroz integral, pan integral…) y las verduras, proporcionan una liberación lenta de energía, ayudando a mantenerte satisfecho y  sin causar picos de azúcar en la sangre.

Aquí te dejamos algunos ejemplos de cenas ricas y saludables:

  1. Fajitas rellenas de verduras y pollo a la plancha.
  2. Una tortilla francesa acompañado de un buen gazpacho murciano.
  3. Verduras a la plancha acompañado de un filete de salmón al horno.

Porque en Nutrieat, entendemos la importancia de una nutrición equilibrada y un estilo de vida saludable. ¿Listo para transformar tu salud a través de una alimentación consciente y equilibrada? ¡Pide una cita en nuestro centro de nutrición hoy mismo y descubre cómo Nutrieat puede ayudarte a ser tu mejor versión!

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¿Es el ayuno intermitente una buena opción para todas las personas?

El ayuno intermitente es un método de reducción de peso que ha sido muy
popularizado en los últimos años. Consiste en restringir la ingesta de alimentos
en un período de tiempo concreto del día y ayunar el resto. Encontramos
diferentes tipos de ayuno intermitente:
– Fórmulas de periodicidad diaria: donde se realizan al menos unas 12
horas de ayuno, siendo la más conocida la “pauta 16/8” donde se ayuna
durante 16 horas (incluyendo normalmente las 8 horas de sueño),
permitiendo la ingesta durante las 8 horas siguientes.
– Fórmulas semanales: donde se realizan ayunos de días completos o
ayuno de días alternos.
Hoy en día, casi todos los estudios que se han realizado relacionados con el
ayuno intermitente son de corta duración y centrados en la pérdida de peso. En
una revisión y metaanálisis publicado en el año 2022 sobre el efecto del ayuno
intermitente en una serie de variables (glucemia, hemoglobina glicosilada,
insulina, resistencia insulina, niveles de colesterol total y composición corporal)
se obtuvieron resultados positivos estadísticamente significativos, aunque
discretos:
– La glucemia se redujo en 0,15 mmol/L (IC 95%: -0,23; -0,06)
– La hemoglobina glicosilada se redujo en 0,08 (IC 95%: -0,25; -0,1)

– Los niveles de insulina plasmática se redujeron en 13,25 uUI (IC 95%: –
16.69; -9.82)
– Los niveles de resistencia insulina se redujeron en 0,31 (IC 95%: -0,44; –
0,19)
– Los niveles de colesterol total se redujeron en 0,32 mmol/L (IC 95%: –
0,6; -0,05)
– El índice de masa corporal se redujo en 0,8 kg/m2 (IC 95% -1.32; -0,28).

Con estos resultados, parece que el ayuno intermitente es una buena opción
para aquellos pacientes con un síndrome metabólico, definido por la presencia
de un conjunto de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular y
diabetes mellitus tipo 2, como son la resistencia a la insulina, la obesidad
abdominal, la dislipidemia y la hipertensión arterial.

Por otro lado, en el ámbito del deporte el papel de la nutrición está bastante
claro y hay bastante evidencia al respecto. Sin embargo, con la entrada del
ayuno intermitente en el deporte, se hipotetizaba que pudiera conllevara a un
deterioro de ciertas capacidades como la concentración, la fuerza o pérdida de
masa magra. Por ello, se ha analizado el impacto del ayuno intermitente en el
ámbito del deporte, analizando las siguientes capacidades físicas: capacidad
aeróbica, capacidad anaeróbica, fuerza, potencia y composición corporal. En
una revisión sistemática se concluyó que el ayuno intermitente otorga
beneficios, sin reducir las capacidades físicas, manteniendo la masa magra y
mejorando la potencia máxima.

Sin embargo, aunque el ayuno pueda ser una herramienta complementaria
para los pacientes con síndrome metabólico o incluso en deportistas, el ayuno
no parece una buena opción para todos los pacientes. Una de las bases del
ayuno es el cambio de obtención de energía a partir de glucosa por los cuerpos
cetónicos, mediante la gluconeogénesis hepática. Esto puede conllevar a la
aparición de ciertos síntomas como cefalea, náuseas y alteración en la
concentración. Por tanto, no es conveniente su aplicabilidad en personas con
cefaleas tensionales o crónicas, como la migraña o las trigémino-autonómicas.
Tampoco son recomendables en mujeres embarazadas o durante la lactancia,
ya que no eran poblaciones analizadas en los ensayos clínicos.

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición incide que puede
recomendarse su uso en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 o en pacientes
con hipertensión; sin embargo, recomienda la valoración por su médico en

aquellos pacientes con diabetes mellitus tipo 1, cuya fisiopatología es
completamente distinta, o patologías crónicas, como la insuficiencia renal
crónica, donde los estudios a largo plazo aún no se han podido realizar.

Por último, no sería recomendable aconsejar el ayuno intermitente en pacientes
jóvenes, donde el hecho de “dejar de comer” durante un tiempo no enseña a
mantener una dieta saludable y en algunas personas vulnerables,
especialmente en niñas adolescentes, puede condicionar la aparición de
trastornos de la conducta alimentaria, peligrosos para la salud del individuo.

En conclusión, no aconsejaremos la utilización de un ayuno intermitente en
pacientes con patologías crónicas (enfermedad renal, diabetes mellitus tipo
1…), mujeres embarazadas o en lactancia, en niños o adolescentes y en
personas con trastornos de conducta alimentaria.

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La Alimentación Antinflamatoria

La inflamación es el mecanismo biológico de defensa natural de nuestro
organismo, que nos permite enfrentarnos a infecciones, traumatismos, heridas,
etc. Sin embargo, en algunas enfermedad crónicas como el cáncer o la
diabetes podemos encontrar una inflamación sistémica crónica que puede
conllevar a un deterioro del paciente por una respuesta desproporcionada.
Encontramos en la nutrición una serie de alimentos antiinflamatorios que nos
van a ayudar a reducir esos niveles de inflamación sistémica de nuestro
organismo. Los antioxidantes son compuestos sintetizados por las plantas en
sus diferentes partes (frutos, hojas, ramas, raíces, etc.) que se caracterizan por
tener grupos hidroxilo (-OH) unidos entre sí por anillos bencénicos. En el
metabolismo celular, cuando producimos energía en forma de ATP a partir de
glucosa, se generan sustancias nocivas conocidas como radicales libres de
oxígeno. Los grupos hidroxilo permiten donar un átomo de hidrógeno o un
electrón a un radical libre, saturándolo y neutralizándolo.
Los antioxidantes más frecuentes en la alimentación los encontramos divididos
en 3 grupos:
– Polifenoles: los encontramos en las frutas, verduras, cereales y
legumbres, aunque también en algunas bebidas e infusiones como el
café o el té verde. A su vez, los polifenoles se subdividen en flavonoides,
donde podemos encontrar las isoflavonas de la soja, y los polifenoles no
flavonoides, como el resveratrol. Todos ellos tienen efectos
antiinflamatorios, aunque también presentan otras cualidades como
propiedades quelantes, al adherirse a sustancias tóxicas, como el cobre,
hierro o el plomo, y eliminarlas vía renal o digestiva.

– Carotenoides: los encontramos en aquellos alimentos de coloración
anaranjada, como la zanahoria, naranja, melocotón, mandarina, tomate
o papaya. Los carotenoides son pigmentos sintetizados por las plantas
en el proceso de la fotosíntesis. Los carotenos son los precursores de la
vitamina A o retinol, la cual tiene un papel fundamental en el sistema
inmunitario, además de presentar funciones dermatológicas y retinianas.
– Vitaminas del grupo C y E: la vitamina C es un nutriente esencial,
presente en frutas y verduras, especialmente en las fresas, la naranja,
kiwi, limón, tomates y pimientos. Por otro lado, la vitamina E se
subdivide en tocoferoles y tocotrienoles, con un potente efecto
antioxidante, muy presente en el aceite de oliva o en los frutos secos
(almendras, cacahuetes, avellanas, nueces).

Es fundamental acompañar estos alimentos con el cese de tabaco y alcohol,
practicar ejercicio física y evitar el estrés crónico para conseguir mayores
beneficios. Al mismo tiempo es fundamental la forma de cocinado de los
alimentos, intentando evitar las altas temperaturas que puedan condicionar una
menor biodisponibilidad de nutrientes termolábiles, como la vitamina C.

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¿Es el desayuno la comida más importante del día?

¿Es el desayuno la comida más importante del día?

No, lo realmente importante es qué productos desayunamos, las proporciones
de los alimentos y la calidad de estos. Clásicamente se ha asociado el
desayuno a una gran presión sobre su importancia para un mayor rendimiento
durante todo el día. Sin embargo, desde bien pequeños la industria alimentaria
y su marketing ha integrado en nuestro cerebro que el desayuno implica el
consumo de zumos, lácteos, azúcares libres, cereales procesados y bollería
industrial. Sin embargo, no se suelen incluir verduras, proteínas de origen
animal o hidratos de carbono complejos. De hecho, el término desayuno
significa “romper el ayuno”, por lo que no necesariamente necesitamos
desayunar nada más levantarnos si no queremos y no deberíamos sentirnos
mal por ello, si luego, cuando tengamos apetito o nos convenga por situaciones
sociales/laborales/personales, realizamos una adecuada ingesta equilibrada y
con comida real o mínimamente procesada.

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La Importancia de Mantenerse Hidratado durante el Verano

El verano trae consigo días soleados, actividades al aire libre y un aumento de las temperaturas, lo que hace que sea más importante que nunca mantenernos bien hidratados.

En Nutrieat, queremos ayudarte a entender la importancia de la hidratación durante esta temporada y darte algunos consejos prácticos para mantenerte fresco y saludable.

¿Por qué es tan importante la hidratación en verano?

  1. Regulación de la temperatura corporal: Durante los meses de verano, nuestro cuerpo suda más para mantenerse fresco. Esta pérdida de líquidos a través del sudor puede llevar a la deshidratación si no reponemos adecuadamente el agua que perdemos. Beber suficiente agua ayuda a mantener la temperatura corporal regulada.
  2. Función cognitiva y energética: La deshidratación puede afectar nuestra concentración, estado de ánimo y niveles de energía. Incluso una leve deshidratación puede provocar fatiga, mareos y dolores de cabeza, lo que puede afectar a nuestras actividades diarias y de disfrutar nuestro verano.
  3. Digestión y función renal: El agua es esencial para una buena digestión y para el funcionamiento adecuado de nuestros riñones. Mantenerse hidratado ayuda a prevenir problemas digestivos como el estreñimiento y a asegurar que nuestros riñones puedan filtrar adecuadamente las toxinas del cuerpo.

¿Cuánta agua necesitamos?

La cantidad de agua que necesita cada persona puede variar según factores como la edad, el peso, el nivel de actividad física y el clima. Sin embargo, una recomendación general es beber al menos 8 vasos de agua al día, aproximadamente 2 litros.

Durante el verano, o si realizas actividad física intensa, es posible que necesites más.

Consejos para mantenerte hidratado

  1. Lleva siempre una botella de agua: Mantén una botella de agua contigo en todo momento, especialmente cuando salgas al aire libre. Opta por una botella reutilizable para reducir el uso de plásticos.
  2. Consume alimentos ricos en agua: Además de beber agua, puedes mantenerte hidratado comiendo frutas y verduras con alto contenido de agua. Algunas opciones refrescantes incluyen la sandía, el melón, las fresas, el pepino y el apio.
  3. Bebe infusiones y aguas saborizadas: Si te cuesta beber suficiente agua, prueba infusiones de hierbas frías o aguas saborizadas con rodajas de limón, menta, pepino o frutas frescas. Estas opciones pueden hacer que el agua sea más atractiva y agradable de consumir.
  4. Establece recordatorios: Si tiendes a olvidar beber agua, establece recordatorios en tu teléfono o usa una aplicación de seguimiento de hidratación para asegurarte de beber agua regularmente a lo largo del día.
  5. Evita el exceso de bebidas azucaradas y alcohólicas: Las bebidas azucaradas y alcohólicas pueden deshidratarte aún más. Opta por agua, infusiones o bebidas isotónicas cuando necesites reponer líquidos.

Mantenerse hidratado durante el verano es muy importante para disfrutar de la temporada con salud y vitalidad.

Al seguir estos consejos y estar atento a las señales de tu cuerpo, puedes asegurarte de mantener una adecuada hidratación y evitar los efectos negativos de la deshidratación.

En Nutrieat, estamos aquí para apoyarte en todas tus necesidades de salud y nutrición.

No dudes en contactarnos para obtener más información y consejos personalizados para mantenerte saludable durante todo el año.

¡Mantente fresco, hidratado y disfruta de un verano saludable!

Consejos

Desmitificando la Alimentación de Verano: Mitos vs Realidades

Con la llegada del verano, surgen una serie de mitos sobre la alimentación que pueden confundir a muchas personas.

En Nutrieat, queremos desentrañar estos mitos y ofrecerte información precisa para que disfrutes de una alimentación saludable durante el verano.

Mito 1: Comer sandía provoca indigestión.

Realidad: La sandía es una fruta refrescante y deliciosa que, lejos de causar problemas digestivos, es fácilmente digerible debido a su alto contenido de agua. Además, es una excelente fuente de vitaminas y minerales, como la vitamina C y el licopeno, que ayudan a mantener una piel sana y protegen contra los daños causados por los radicales libres.

Mito 2: Las ensaladas no son suficientes para una comida completa.

Realidad: Las ensaladas pueden ser una opción nutritiva y satisfactoria para una comida completa, siempre que se incluya una variedad de ingredientes que proporcionen los nutrientes necesarios. Agregar proteínas junto con grasas saludables como aguacate, asegura que la ensalada sea equilibrada y satisfactoria.

Mito 3: No es necesario beber agua si se consume suficiente fruta.

Realidad: Aunque las frutas son una excelente fuente de hidratación debido a su alto contenido de agua, no son suficientes por sí solas para mantener una hidratación adecuada, especialmente durante los calurosos días de verano. Es fundamental beber agua regularmente a lo largo del día para mantenerse hidratado y apoyar el buen funcionamiento del cuerpo.

También te ofrecemos una serie de recomendaciones para que puedas disfrutar de un verano saludable y una alimentación equilibrada:

  • Mantén una ingesta adecuada de líquidos, especialmente agua, para prevenir la deshidratación.
  • Incluye una variedad de frutas y verduras frescas de temporada en tu dieta para obtener una amplia gama de nutrientes.
  • Opta por opciones de proteínas magras, como pescado, pollo sin piel y tofu, para mantener la saciedad y apoyar la reparación muscular.
  • Limita el consumo de alimentos procesados y ricos en azúcares añadidos, y elige opciones más saludables y naturales.
  • Disfruta de comidas al aire libre con amigos y familiares, pero mantén el control de las porciones y elige opciones más saludables siempre que sea posible.

En Nutrieat, estamos aquí para ofrecerte orientación y apoyo para mantener una alimentación equilibrada y saludable durante todo el año.

No dudes en contactarnos para obtener más información y comenzar tu viaje hacia una vida más saludable y feliz.

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