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Dieta para fecundación invitó. Nutricionista

La fecundación in vitro requiere una preparación física y nutricional adecuada para optimizar las condiciones del cuerpo y aumentar las probabilidades de éxito.

En un centro de nutrición, el nutricionistas diseñar un  plan de alimentación  personalizado que favorece la fertilidad, regula las hormonas y mejoran la salud reproductiva.

Para potenciar la fertilidad, es fundamental adoptar ciertos hábitos clave como mantener una hidratación óptima mínimo 2 litros de agua al día para favorecer la calidad ovárica y el equilibrio hormonal, evitar alimentos ultraprocesados y azúcares refinados, ya que pueden alterar la regulación hormonal y afectar la salud metabólica, controlar el consumo de cafeína y alcohol, pues su impacto negativo en el sistema endocrino puede reducir la eficacia del tratamiento, practicar actividad física moderada como yoga, caminatas o ejercicios suaves para disminuir el estrés y mejorar la circulación sanguínea, factores clave en la implantación embrionaria y  realizar un seguimiento nutricional periódico, adaptando la dieta según la evolución del tratamiento para garantizar una correcta ingesta de nutrientes esenciales.

Además de incorporar en su alimentación:

Ácido fólico: Fundamental para la salud ovárica y prevención de defectos en el desarrollo embrionario que  se encuentra en los vegetales de hoja verde, legumbres, aguacate y frutos secos.

Ácidos grasos omega-3: Mejoran la calidad de los óvulos y favorecen la implantación embrionaria, que se encuentra en el salmón, chía, nueces y aceite de oliva.

Proteínas de calidad: Regulan la producción hormonal y fortalecen el cuerpo para el proceso de fecundación, que se encuentra en las carnes magras, huevos, pescado, lácteos naturales y legumbres.

Antioxidantes (vitaminas C y E, zinc y selenio): Protegen las células reproductivas contra el estrés oxidativo, que se encuentra en las frutas cítricas, frutos rojos, semillas y té verde.

Hierro y vitamina D: Favorecen la ovulación y preparan el cuerpo para la gestación, que se encuentran en carnes rojas magras, espinacas, y exposición controlada al sol.

Además el estrés puede afectar la función hormonal, reduciendo las probabilidades de éxito en la fecundación in vitro. Para controlarlo, un centro de nutrición recomienda: 

    • Técnicas de relajación, como meditación y respiración profunda. 
    • Alimentos ricos en triptófano, que favorecen la producción de serotonina como las bananas, avena, cacao puro.
  • Evitar el exceso de trabajo y fomentar el descanso adecuado.

Un nutricionista dentro de un centro especializado brinda La nutrición desempeña un papel crucial en el éxito de la fecundación in vitro. En un centro de nutrición, se diseñan planes alimenticios personalizados, combinando nutrientes esenciales, hábitos saludables y estrategias de reducción del estrés para maximizar la fertilidad.

Además, el nutricionista ofrece una orientación específica para ajustar la alimentación en cada etapa del proceso, asegurando que el cuerpo reciba los nutrientes adecuados en el momento preciso, favoreciendo la implantación y el desarrollo embrionario de manera óptima.

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PAPEL DE LA CULPA CUANDO COMES

La culpa al comer puede influir en nuestro estado emocional, pues la ansiedad o el estrés se puede confundir con el hambre, lo cual nos afecta tanto a la salud mental como física, por comer ciertos alimentos provocando episodios de atracones o restricciones excesivas en lugar de disfrutar de la comida,

La presión social y cultural y los estándares de belleza o salud impuestos pueden generar culpa si sentimos que nuestros hábitos alimenticios no cumplen con ellos.

Una alimentación saludable es clave con la ayuda de un profesional nutricionista, abordar esta emoción es crucial para fomentar hábitos saludables 

La culpa puede llevar a comportamientos extremos, como restricciones alimentarias, atracones o ciclos de dieta que perpetúan una relación tensa con la comida, en lugar de ver la comida como fuente de nutrición y placer, se convierte en un motivo de juicio y autocastigo. 

Con los profesionales expertos en nutrición aprenderás pautas a identificar la diferencia de hambre y saciedad, antes, durante y después de comer y que todos los alimentos pueden formar parte de la alimentación para poder guiarte a través de la educación alimentaria a sentirte mejor y disfrutar del placer de la comida, aprendiendo que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada y que ningún alimento «es malo» en moderación.

Desmontan mitos sobre la comida y la necesidad de perfección en la dieta restricciones alimentarias, dietas extremas o reglas estrictas suelen llevar a «transgresiones» que desencadenan culpa.

Autoexigencia excesiva: Tener expectativas poco realistas sobre el propio cuerpo o hábitos alimenticios intensifica la culpa.

Disfrutando de la comida y ayudan a redefinir el acto de comer como un momento de conexión con el cuerpo ya la culpa puede contribuir a trastornos como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria.

Dedica tiempo a saborear los alimentos, comer despacio y prestando atención a cada bocado permite disfrutar plenamente de los sabores, texturas y aromas, masticar lentamente también ayuda a que el cerebro registre la saciedad, evitando comer en exceso y reduciendo así la probabilidad de sentir remordimientos.

 

«No viniste al mundo a contar calorías, viniste a vivir. Come, disfruta, sigue adelante.»


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EL SUEÑO SE PUEDE MEJORAR CON LA ALIMENTACION

El sueño es un pilar fundamental para la salud, ya que influye en la regeneración celular, el equilibrio hormonal y el bienestar general. La nutrición juega un papel clave en la calidad del descanso, ya que ciertos alimentos pueden favorecer la producción de hormonas del sueño y mejorar la relajación, mientras que otros pueden interferir en el proceso de conciliación del sueño.

Mejorar el sueño a través de la alimentación es una estrategia efectiva y natural.

La alimentación tiene gran importancia a la hora de conciliar el sueño y la calidad de vida, por otro lado los malos hábitos alimenticios están afectando cada vez más nuestra capacidad para descansar.

Por lado la falta de nutrientes (triptófano o magnesio) consumo de cafeína, alcohol, cenas ricas en grasas o muy picantes pueden alterar el sueño.

Recomendaciones Nutricionales para un Mejor Descanso

  • Algunos alimentos mejoran el sueño como la leche o infusiones, los huevos, el plátano, las almendras, los cereales etc.
  • Cena ligera y equilibrada, optar por una combinación de proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables.
  • Evitar cenas muy tarde, lo ideal es cenar al menos 2-3 horas antes de dormir.
  • Hidratación adecuada: Evitar el exceso de líquidos antes de acostarse para prevenir despertares nocturnos.
  • Infusiones relajantes como la manzanilla, valeriana o tila pueden ayudar a preparar el cuerpo para el descanso.
  • La nutrición adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad del sueño.
  •  Adaptar la dieta a las necesidades del organismo permite optimizar el descanso y mejorar la salud en general.

Alimentos y Bebidas que Perjudican el Sueño

  • Cafeína y estimulantes, como en el café, té negro, refrescos y chocolate, pueden interferir en el sueño si se consumen en la tarde o noche.
  • Azúcares refinados ya que provocan picos de glucosa que pueden generar insomnio y despertares nocturnos.
  • Comidas pesadas y grasas como fritos, embutidos y comidas muy condimentadas dificultan la digestión y pueden interrumpir el descanso.
  • Alcohol puede inducir somnolencia, altera las fases profundas del sueño, reduciendo su calidad.

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ALIMENTACIÓN Y MESTRUACIÓN

La alimentación que tu llevas en tu día a día, influye en tu ciclo menstrual. 

Diversos estudios han comprobado que una alimentación rica en pescado, con un gran aporte de ácidos grasos omega 3, micronutrientes como el hierro o la vitamina B6, son esenciales para evitar la anemia y aliviar los molestos cólicos menstruales. 

También será muy importante cuidar nuestra microbiota intestinal, ya que esta nos ayuda a regular nuestros estrógenos. Una dieta desequilibrada, puede alterar este equilibrio, y provocar un exceso o una disminución de estas hormonas, al igual que el consumo excesivo de alcohol y tabaco, puede dañar el hígado y alterar también esta cantidad de estrógenos. 

Como el ciclo menstrual y nuestra salud intestinal están relacionadas entre sí, nos interesa cuidar nuestra microbiota y nuestra alimentación para prevenir posibles trastornos hormonales y evitar la molesta inflamación. 

Algunas de las medidas que podemos tomar para una correcta alimentación, serán:

  • Llevar un menú rico en fibra, verduras, frutas, semillas y frutos secos
  • Bajar el aporte de alimentos procesados ricos en grasas saturadas y azúcares
  • Evitar lo máximo posible el alcohol
  • Consumir alimentos probióticos como el kéfir o el yogur
  • Mantener una correcta hidratación, tomando mínimo 1.5-2 litros de agua al día
  • Evitar las bebidas gaseosas y alimentos ricos en sal
  • Priorizar cereales integrales y legumbres
  • Consumir alimentos prebióticos, que nos ayudan a alimentar correctamente a nuestra flora bacteriana, como el plátano, avena, ajo y cebolla

También tiene una gran importancia la practica regular de ejercicio físico de forma moderada

Hay alimentos que pueden ayudarnos a reducir esta molesta inflamación y aliviar los síntomas que puede provocar. En nuestra dieta no podrá faltar:

  • correcta dosis de omega 3, encontrado en pescados y nueces
  • plátano, huevos y avena entre otros para un correcto aporte de vitamina B6
  • Verduras de hoja verde y semillas para incorporar magnesio en la dieta
  • Carnes magras y pescado, semillas y frutos secos para un correcto aporte de zinc
  • Incorporar tomar el sol y tomar alimentos como salmón, atún y caballa, huevo y lácteos para un correcto aporte de vitamina D
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¿POR QUÉ ME CUESTA TANTO COMER SANO?

Vivimos rodeados de tentaciones y de falsos alimentos que lejos de nutrir nuestro cuerpo, nos perjudican y aportan calorías vacías que dañan nuestra salud a largo y corto plazo.

¿Cuántas veces te has preguntado por qué te cuesta tanto comer sano?

Una de las posibles causas es la mala educación en hábitos, es decir, estamos acostumbrados a comer en base a nuestros caprichos, sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de nuestro organismo.

Una segunda razón es, sin duda, el dejarnos influenciar y engañar por los anuncios y tantas y tantas tentaciones que nos rodean casi por cada parte.

Y una tercera causa es sin duda una adquirida «adicción» a los azúcares y ciertos ingredientes perjudiciales que consumimos y que nos provocan una falsa dependencia que a veces cuesta enormemente salvar.

Estas son solo algunas de las causas más habituales. Os recordamos siempre que en Nutrieat tenemos a un equipo de profesionales dispuestos a mejorar vuestra calidad de vida en base a unos hábitos alimenticios mucho más saludables.

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