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Ansiedad con la comida en verano: cómo disfrutar de tus vacaciones sin culpa

Ansiedad con la comida en verano: cómo disfrutar de tus vacaciones sin culpa

El verano es sinónimo de sol, descanso, desconexión… y también de cambios en nuestra rutina alimentaria. Comidas fuera de casa, helados improvisados, terrazas al atardecer y escapadas que rompen con los hábitos saludables que llevamos durante el año. ¿El resultado? Muchas personas experimentan ansiedad con la comida durante las vacaciones de verano.

En este artículo de Nutrieat, te explicamos por qué ocurre, cómo identificarla y qué estrategias puedes seguir para disfrutar del verano sin culpa, sin restricciones extremas y con una relación más amable con la comida.

¿Qué es la ansiedad con la comida?

La ansiedad alimentaria es una sensación de malestar emocional que aparece relacionada con la comida. Puede manifestarse como pensamientos obsesivos sobre lo que vas a comer, miedo a engordar, atracones o el impulso de compensar con ejercicio excesivo o ayunos.

En verano, estas emociones se agudizan por varios motivos:

  • Cambios en la rutina (horarios, lugares, tipos de comida).

  • Mayor exposición corporal (ropa ligera, bañadores).

  • Presión social por tener un “cuerpo de verano”.

  • Más encuentros sociales centrados en la comida y la bebida.

Todo esto puede generar un cóctel emocional que activa pensamientos como:
“He comido fatal hoy”, “Ya que he empezado, sigo comiendo mal todo el día”, “El lunes vuelvo a empezar”.
Y así, el verano se convierte en una montaña rusa de restricciones, excesos y culpa.

¿Por qué sentimos más ansiedad con la comida en verano?

La ansiedad con la comida en vacaciones no es casualidad. Aquí te explicamos algunas de las causas más frecuentes:

1. El cambio de rutina

Durante el año, muchas personas siguen un horario más estructurado, con comidas planificadas y más control sobre los alimentos. En verano, los días son más imprevisibles y eso puede generar inseguridad.

2. La presión estética

La famosa «operación bikini» sigue pesando. El verano expone nuestros cuerpos y, en un entorno donde predomina la comparación (playa, redes sociales, etc.), muchas personas se sienten incómodas con su imagen y proyectan esa incomodidad en la comida.

3. El miedo a “perder el control”

Al relajarse las normas, aparecen pensamientos de “todo o nada”: o como perfecto, o me dejo llevar totalmente. Este pensamiento dicotómico es un gran disparador de ansiedad y atracones.

4. Menor acceso a comida casera

Comer fuera más a menudo implica más desconocimiento sobre los ingredientes, los métodos de cocción o las cantidades. Esto puede generar angustia en personas que intentan seguir un plan de alimentación.

¿Cómo gestionar la ansiedad con la comida en verano?

En Nutrieat creemos que la clave no está en controlar más, sino en escuchar más a tu cuerpo y a tus emociones. Aquí te dejamos algunas estrategias prácticas:

1. Deshazte del pensamiento “todo o nada”

No hay comidas “buenas” o “malas”. Todas las comidas forman parte de una alimentación equilibrada si se entienden en su contexto. Un helado no arruina tu salud, igual que una ensalada no la garantiza.

2. Aprende a comer con atención plena

La práctica del mindful eating o alimentación consciente ayuda a reconectar con las señales de hambre y saciedad. Comer despacio, sin pantallas y disfrutando del sabor puede reducir los atracones y la culpa.

3. Sé flexible y realista

No vas a comer igual en verano que en enero, y eso es completamente normal. La alimentación saludable también incluye espacio para el disfrute y lo social.

4. Evita las compensaciones

No necesitas “castigarte” por haber comido más. Saltarte comidas, hacer ejercicio excesivo o culparte solo perpetúa el ciclo de ansiedad.

5. Habla contigo como hablarías con un/a amigo/a

La autocrítica no te ayuda. Si un amigo te dijera que se siente mal por comerse una pizza en la playa, ¿le dirías que se castigue o que disfrute del momento y siga adelante?

¿Y si no puedo manejarlo solo/a?

Si sientes que la ansiedad con la comida te impide disfrutar del verano, es importante que sepas que no estás solo/a. Buscar apoyo profesional es un acto de autocuidado, no una señal de debilidad.

En Nutrieat contamos con un equipo de nutricionistas y psicólogos especializados en la relación con la comida, el comer emocional y los trastornos alimentarios. Te ayudamos a recuperar la paz con la comida y a vivir el verano sin culpa ni ansiedad.

Conclusión: el verano no es el problema, lo es la culpa

El problema no es el helado, ni la paella en el chiringuito, ni el cóctel en la terraza. El verdadero problema es el juicio constante sobre lo que comemos. El verano puede ser una oportunidad maravillosa para disfrutar de la comida, reconectar con el cuerpo y practicar la flexibilidad.

Desde Nutrieat te animamos a dejar atrás la rigidez, abrazar una alimentación más intuitiva y disfrutar de unas vacaciones llenas de bienestar, placer y equilibrio.

 

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TIPS PARA LA CORRECTA HIDRATACIÓN

 

1. Conoce tus necesidades de hidratación

Cada persona tiene necesidades diferentes de hidratación. Factores como el peso corporal, la edad, el nivel de actividad y el clima influyen en la cantidad de agua que debes consumir. Una regla general es beber al menos 8 vasos de agua al día, pero los deportistas o personas muy activas pueden necesitar más. Escucha a tu cuerpo y bebe agua cuando tengas sed.

2. Empieza el día con agua

No lo dudes: nada más despertarte, bebe un vaso de agua.

Después de una noche de sueño, tu cuerpo está deshidratado. Beber agua al levantarte ayuda a activar tus órganos internos y a eliminar toxinas acumuladas durante la noche. Es una forma sencilla de empezar el día con energía.

Tu cuerpo se activará de forma automática. No nos hará perder grasas, pero si empezar el día con energía y fuerzas renovadas. Para los más pequeños, nada como tener siempre cerca una botella. Descubre otros momentos para beber que te ayudarán a mejorar tu día.

3. Bebe entre 2 y 3 litros de agua al día

Puede parecer mucho, pero si bebes de forma constante y en pequeñas cantidades durante todo el día, lo cumplirás sin problemas.

4. Hidratación antes, durante y después del ejercicio

Si eres una persona activa, la hidratación antes, durante y después del ejercicio es fundamental. Antes de entrenar, asegúrate de beber suficiente agua para estar bien hidratado. Durante el ejercicio, bebe pequeñas cantidades de agua cada 15-20 minutos para reponer líquidos perdidos a través del sudor. Después del ejercicio, rehidrátate adecuadamente para ayudar a la recuperación muscular y la reposición de electrolitos.

5. Ingiere alimentos ricos en agua

No solo el agua potable contribuye a tu hidratación. Muchos alimentos también contienen altos niveles de agua y pueden ayudar a mantenerte hidratado. Frutas como la sandía, el melón, las fresas y el pepino son excelentes opciones. Las sopas y caldos también son una buena fuente de hidratación adicional.

6. No esperes a tener sed para beber agua

La sed es una señal de que tu cuerpo ya está deshidratado. No esperes a sentir sed para beber agua porque el cuerpo humano empieza a deshidratarse antes de tener sed, así que si procuras beber antes de sentirla tu cuerpo lo agradecerá.

Mantén una botella de agua contigo durante todo el día y toma sorbos regularmente. Establece recordatorios en tu teléfono si es necesario, para asegurarte de que estás bebiendo agua con la frecuencia adecuada.

7. El alcohol y las bebidas con gas deshidratan

Es un hecho, así que si quieres mantenerte 100% hidratado, tendrás que dejar de beberlos a menudo.

Bebidas como el café, el té y el alcohol pueden tener un efecto deshidratante en tu cuerpo. Si bien no necesitas eliminarlas por completo, es importante ser consciente de su consumo y compensar con una mayor ingesta de agua. Por cada taza de café o bebida alcohólica que consumas, bebe un vaso de agua extra.

8. Otras bebidas que hidratan además del agua

Zumos, bebidas energéticas, infusiones, lácteos, son ejemplos de bebidas que te hidratan pero con sabor. Cualquiera de ellas encaja en tu botella Nalgene, por supuesto.

Opta por bebidas deportivas cuando sea necesario

Si realizas ejercicio de alta intensidad o prolongado, las bebidas deportivas pueden ser útiles. Estas bebidas contienen electrolitos como sodio y potasio, que ayudan a reponer los minerales perdidos a través del sudor. Sin embargo, no las uses como sustituto del agua en actividades de baja intensidad

9. Presta atención al color de tu orina

Una forma sencilla de monitorear tu nivel de hidratación es observar el color de tu orina. Un color claro indica una buena hidratación, mientras que un color oscuro puede ser señal de deshidratación. Si notas que tu orina es constantemente oscura, aumenta tu ingesta de agua.

10. Adapta tu hidratación al clima

En climas cálidos y húmedos, tu cuerpo necesita más agua para mantenerse fresco y reponer el sudor. Durante el invierno, aunque no sientas tanto calor, la calefacción y la menor humedad también pueden deshidratarte. Ajusta tu consumo de agua según la temporada y las condiciones climáticas.

 

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COMO MANTENER UNA CORRECTA HIDRATACIÓN EN VERANO

Cuando se acerca el calor y suben las temperaturas todo es fiesta y celebración, pero no debemos olvidarnos de cuidar nuestra salud y sobre todo de la importancia de hidratarse en verano correctamente. Tanto la piel, como el pelo, como nuestro organismo en general. 

¡Te enseñamos cómo!

Nuestro cuerpo es agua en más de un 50%, siendo esta proporción variable en función de la edad, el género y el peso.  Su alta presencia en nuestro organismo hace que sea vital reponerla debido a las pérdidas que se dan diariamente, especialmente en épocas de mucho calor. En este post te damos algunos consejos útiles sobre cómo hidratarse correctamente en verano.

Por qué es importante hidratarse en verano

Con la llegada del verano aumentan las temperaturas y la humedad, y, con ello, la sudoración, que es el principal mecanismo que el cuerpo pone en marcha para mantener la temperatura corporal. 

Por lo tanto, una mayor sudoración hace que nuestro organismo necesite más cantidad de agua que en otras épocas del año para evitar la deshidratación por calor.

Además, con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, se disparan las ganas de salir de casa y disfrutar de largas horas al aire libre, por lo que resulta imprescindible una buena hidratación en verano para mantener el equilibrio.

5 Consejos para saber cómo hidratarse en verano

Por norma general, se recomienda consumir al día unos 3 litros aproximadamente de agua. Teniendo en cuenta las cantidades recibidas tanto por los líquidos como por los alimentos.

Si crees que a veces no te estás hidratando de forma correcta, te damos algunos consejos que poniéndolos en práctica te ayudarán a evitar la deshidratación en verano.

Bebe agua con más frecuencia

Lo fundamental es ingerir líquidos con mayor frecuencia. Sobre todo, si nos exponemos directamente al sol o practicamos actividad física. 

Te recomendamos que siempre que vayas a la playa, a la montaña o realices ejercicio en exteriores, lleves contigo una botella de agua, para garantizar que aportas la suficiente cantidad de líquido al organismo.

Para conseguir una buena hidratación en verano, es recomendable beber entre 6 y 8 vasos de agua al día.

Evita el exceso de bebidas azucaradas

Una costumbre muy habitual en las tardes de estos calurosos días, es quedar para tomar algo  en alguno de los mejores chiringuitos de playa. En estos momentos, siempre se suele optar por refrescos u otro tipo de bebidas azucaradas que afectan a nuestra hidratación en verano.

Debemos tener en cuenta que, además, este tipo de bebidas, a la larga, crean todavía más sed y no te ayudarán a luchar contra la deshidratación.

Lo mismo ocurre con las horchatas o los granizados, tan típicos de los meses estivales. Y, en el caso de las bebidas con gas.

Refréscate con bebidas saludables

Para alcanzar una correcta hidratación en verano, deberemos optar por bebidas más saludables tales como zumos naturales, licuados de frutas y verduras e infusiones frías. Estas deliciosas bebidas, aparte de agua, nos aportarán un interesante contenido en nutrientes que nos ayudará a llegar a las cantidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales

Mantén una dieta equilibrada

Una de las claves para cuidar la hidratación en verano de nuestro cuerpo, es manteniendo una dieta equilibrada y saludable con alimentos que nos aporten ese plus de hidratación que necesitamos.

Sabemos que cuando hace mucho calor nos apetecen recetas frescas, poco pesadas y fáciles de preparar o llevar a cualquier parte. Las mejores opciones son ensaladas de pasta, de fruta, gazpachos u otros platos ligeros, pero saludables. 

Si quieres probar un plato de escándalo para esos días de calor te recomendamos nuestra receta de ensalada de sandia Te sorprenderá lo fácil que es de preparar y lo delicioso y refrescante que es este plato.

Aumenta el consumo de frutas y verduras

Sin ninguna duda, la fruta y la verdura forma parte del listado de alimentos refrescanttes indispensables. Por ejemplo, la sandía es una de las frutas favoritas de esta época del año porque nos da una gran sensación refrescante y tiene un alto contenido en agua. ¡Perfecta si quieres mejorar la hidratación en verano!

Ahora que ya conoces algunos de los consejos para hidratarse este verano, no hay excusas para ponerse manos a la obra. ¡Combate la deshidratación y disfruta del buen tiempo sin descuidar tu salud! 

Recuerda que en nuestra web encontrarás deliciosos platos para preparar esta temporada veraniega y superar el calor con el mejor sabor.

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¿Sufres de retención de liquidos en verano , te ayudo a combatirlo?

La expresión «retengo líquidos» es repetida a menudo en las consultas de nutrición y esta suele darse cuando hay una ganancia de peso corporal. Pero, ¿qué es realmente la retención de líquidos?, ¿qué pasa en nuestro organismo?

El agua es el componente básico más importante del cuerpo humano y supone de media el 60% del peso en los adultos. Dos terceras partes del agua está dentro de las células, y el tercio restante, repartida entre los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos y los espacios entre células y órganos. El agua de ambos compartimentos (el espacio intracelular y el espacio extracelular) contiene sustancias disueltas que contribuyen al equilibrio hídrico.

La necesidad diaria de agua está determinada por la cantidad que se pierde y se metaboliza, y por la que se intercambia con el exterior, la cual depende de factores como la temperatura ambiental, el gasto energético, la actividad física o la composición de la dieta. Las necesidades de ingesta de agua también están determinadas por la edad, el sexo, el peso corporal, y las alteraciones relacionadas con la salud (p.ej. fiebre, vómitos y diarrea).

Cómo se consigue el equilibrio hídrico

Nuestro cuerpo en condiciones normales gana y pierde agua a diario. Para mantener el volumen de líquidos corporales las ganancias y las pérdidas deben equilibrarse entre sí. Esto es importante, ya que el cuerpo no tiene la capacidad de almacenar agua.

Ingresamos agua a través de bebidas, alimentos y por la transformación de nutrientes en energía (agua de oxidación); y la perdemos por la respiración, las heces, la transpiración, sudoración y la orina.

El balance hídrico depende sobre todo de la ingesta de agua y la producción de orina. El tubo digestivo, los riñones y el encéfalo mantienen el contenido de agua corporal relativamente constante. Los mecanismos que sostienen el equilibrio hídrico dependen de varias hormonas, entre las que se incluyen la hormona antidiurética (vasopresina), la aldosterona, la angiotensina II, la cortisona, la noradrenalina y la adrenalina. La sed está regulada por el hipotálamo y controla la ingesta de agua en los individuos sanos.

Principales factores para la retencion de liquidos 

  • Cambios hormonales (menopausia, menstruación).
  • Ciertos medicamentos.
  • Dieta inadecuada (exceso de sal, déficit de proteínas, poca ingesta de agua).
  • Falta de ejercicio físico.
  • Estrés o ansiedad.
  • Falta de sueño.
  • Exceso de calor.

Toma nota de estos consejos para combatir la retención de líquidos:

  1. Mantén una alimentación variada y equilibrada en minerales

Opta por alimentos ricos en magnesio y potasio, como frutas (uva, naranja, frutos rojos), verduras (pimiento, espinacas, zanahorias), cereales integrales, frutos secos, legumbres, semillas y chocolate con más del 85% de cacao. Estos nutrientes ayudan a regular la hidratación y promueven la diuresis.

  1. Modera la ingesta de alimentos ricos en sodio

Evita los alimentos ultra procesados y precocinados, así como salsas, conservas, aperitivos salados, quesos grasos y embutidos, ya que el exceso de sodio favorece la retención de líquidos. En lugar de sal, usa especias como ajo, comino, pimienta negra u orégano para dar sabor a tus platos.

  1. Reduce hábitos tóxicos

El alcohol y el tabaco son nocivos para el organismo y pueden empeorar la retención de líquidos. Redúcelos o elimínalos para mejorar tu bienestar general.

  1. Realiza actividad física diaria

Dedica al menos 30 minutos diarios a caminar o practicar alguna actividad física. El ejercicio ayuda a activar la circulación y la función renal, combatiendo el sedentarismo, uno de los principales enemigos de la retención de líquidos.

  1. Mantén una hidratación adecuada

Bebe al menos un litro y medio de agua al día. Lleva siempre contigo una botella de agua y, si te resulta difícil, opta por infusiones, tés fríos o zumos de frutas y vegetales frescos.

  1. Evita la ropa ajustada

La ropa muy apretada puede perjudicar la circulación sanguínea. Prefiere prendas cómodas y evita pantalones, vestidos y medias de compresión que sean muy ceñidos.

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Trucos para comer fuera sin perder el control

 

Días más largos, mejor temperatura y un mayor espíritu festivo están detrás de la evidencia: durante los meses de verano disfrutamos más de realizar comidas fuera de casa, y en España más que en ningún otro sitio: según Eurostat, los españoles son los europeos que más disfrutan de salir de restaurantes . Una actividad con infinidad de connotaciones positivas, pero también dos negativas: menor control sobre lo que comemos, que tiende a ser menos ligero; y en algunos casos incluso aumento de peso.

Aleja la idea de que comer fuera está PROHIBIDO.

Libérate de ideas y creencias de dietas tradicionales que prohíben comer fuera, regímenes (esta palabra me pone los pelos de punta), antiguas, estrictas o como lo quieras llamar. Suelta el control de CONTROLAR (valga la redundancia) lo que puedes y lo que no comer. Piénsalo, reflexiónalo, ¿todas esas normas te han ayudado o alejado de conseguir tus objetivos?.

Comer fuera una vez a la semana o cada dos semanas, NO significa que vayas a engordar. Tampoco si en verano has salido más veces de la cuenta al estar de vacaciones. También debemos ir cambiando que comer fuera sea sinónimo de “comer hasta reventar”, ni dar vía libre para comer lo que quiera y cuanto quiera. Quizá por eso tan difícil comunicar sobre este tema, porque siempre nos vamos a los polos opuestos, y esto nos aleja de un equilibrio.

Comer un día menos saludable no implica que tu estilo de vida ya no lo sea. Se trata de aprender a elegir alimentos saludables y permitirnos cierta flexibilidad cuando salimos fuera para lograr ese equilibrio que antes mencionaba.

Antes de salir, toma una fruta, vaso de gazpacho, salmorejo u otro snack saciante

Es muy importante no llegar con mucha hambre cuando salimos a comer fuera de casa para elegir mejor. Esperar a tus amigos, sentarte en la mesa, el bar abarrotado y el camarero no viene…Acabas cogiendo las aceitunas, el pan y todo lo que pilles. Tener mucha hambre te nubla la mente y la vista a la hora de elegir y con mayor probabilidad escogerás algo menos saludable.

Un pequeño snack te hará llegar con menos hambre al momento de pedir en el bar o restaurante, lo agradecerás muchísimo y ya habrás comenzado tu comida fuera de forma saludable. Antes de salir, toma una pieza de fruta, unos tomates cherrys, una zanahoria cruda, pepinillos, gazpacho, salmorejo, un yogur, unos frutos secos. Las veces que lo hago, FUNCIONA. Pruébalo tú mismo.

Elige lugares donde sea más fácil comer saludable

Antes de nada, debemos barajar los establecimientos que te facilitarían comer más saludable fuera de casa:

Chiringuitos de playa. Parrilladas de pescado, espetos y una ensalada fresquita alegran el día a cualquiera. Los fritos no deben ser frecuentes, pero si tomas dos anillas de calamar frito, NO PASA NADA.

Restaurantes españoles. Escogiendo primer plato ligero y/o con verduras, un segundo plato probando gastronomía típica de la zona y fruta de postre.

Restaurantes poke bowl. Ensaladas fresquitas con base de arroz o quinoa, pescado marinado y verduras con muchos colores, combinación ligera y deliciosa.

Asador de carne. Carne a la brasa, patatas cocidas y ensalada variada, un acierto seguro sin salir empachado.

Bares de tapas. Siempre recomiendo una tapa de vegetales, una de carne/pescado/huevo y otra de hidratos de carbono, ¡muy importante no quedarte con hambre!

los trucos para comer sano fuera de casa y no caer en excesos:

  1. «A mi manera» : Comer fuera de casa no significa perder un control completo sobre lo que comemos: en muchos casos, pedir variaciones sobre el menú no representará ningún inconveniente y asegura una mayor ligereza en la ingesta de alimentos final. ¿Cómo? Por ejemplo, pidiendo a la plancha o asado aquello que esté frito o cambiando las guarniciones más contundentes por vegetales.
  2. Conocer los trucos básicos de la comida internacional: Hombre prevenido vale por dos y, en este caso, conocer las versiones “saludables” (e igualmente deliciosas) de la comida que se vaya a disfrutar es garantía de éxito. Mexicano Que las fajitas sean de pollo y sin crema agria; Chino Con arroz integral y verduras al vapor (y con palillos para comer más lentamente y masticar mejor); ¿curry? Mejor con base de caldo, con menos calorías que la leche de coco; ¿italiano? Con salsa de tomate.
  3. Compensar a lo largo del día: ejercicio + comida saludable. Comer fuera no significa abandonar todo placer culinario: ni pasando hambre todo el día para hacer hueco, ni optando por una opción «light» del menú que nos resulte poco apetecible. El truco está en comer lo que se desee y compensar durante el día con platos saludables que equilibren bien la proporción de grasas, hidratos de carbono y proteínas. Además, resulta recomendable incluir ese día una sesión de ejercicio, ya que el deporte no solo quema calorías sino que mantiene a raya el apetito.

4. «Sí» al postre . Contrariamente a lo que se cree, el «comer sano» en restaurantes no pasa por comer lo que se quiera y renunciar al postre; es más, esta práctica suele desembocar en un picoteo posterior (y más calórico) al llegar a casa. Por esto, es recomendable pedir primero una ensalada para regular el apetito durante el resto de la comida; un plato principal a continuación, acompañado de la cantidad adecuada de agua para mantener un ritmo pausado y disfrutar más la comida; y un postre.

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COMO CUIDAR LA ALIMENTACIÓN ESTE VERANO 

COMO CUIDAR LA ALIMENTACIÓN ESTE VERANO 

 

Las vacaciones de verano son deseadas por la mayoría para descansar, desconectar y poder realizar actividades que la rutina y el ajetreo del día a día no nos permite. En general, al romper la rutina, la alimentación se ve afectada. Lo que acaba pasando factura a final de verano. En este articulo te contamos algunos consejos para que cuides tu alimentación en verano y la vuelta al trabajo no sea tan dura. ¡Toma nota!

Consejos para cuidar la alimentación en verano

Mantén todas tus comidas

Si estas acostumbrado a realizar 4 o 5 comidas al día no dejes de hacerlas. A veces con el calor se pierde un poco el apetito y apetece más tomar agua. Una buena opción ante estas situaciones puede ser elaborar preparaciones ricas en agua, es decir, principalmente a base de frutas y verduras.

Incluye en tus menús cremas de verduras frías como la vichyssoise, o batidos de verduras cómo el gazpacho. Ya sea en su forma tradicional o dándole un toque afrutado con fresas, sandía o melón. Este tipo de preparaciones, además de saciar tu sed y refrescarte, te aportarán una buena dosis de minerales, vitaminas y antioxidantes.

Para la media mañana o la merienda, ¿qué te parece una pieza de fruta? Como ya sabes, el contenido de agua de las frutas es bastante elevado, así que ayudará a saciar tu sed. Y si además guardas la fruta en la nevera media hora antes de tomarla también te refrescará.

Disfruta de los aperitivos

El momento del aperitivo es uno de los más divertidos y que más se disfrutan del verano. Para comer de una forma saludable no es necesario renunciar a ellos. Eso si, la elección de los alimentos que constituirán los aperitivos es clave. Te proponemos algunos:

  • Frutos secos al natural o ligeramente tostados.
  • Palitos de verduras con hummus o guacamole 
  • Ensalada caprese (tomate, mozzarella y albahaca fresca).
  • Rollitos de salmón ahumado con queso fresco cremoso.
  • Aguacates rellenos de huevo y queso rallado.
  • Montaditos de pimientos escalivados.
  • Melón con jamón.
  • Para beber: agua, aguas saborizadas, limonada casera, gazpacho.

Aprovecha la temporada de helados

Si eres fan de los helados, ¡no renuncies a ellos! Los helados de hielo, por norma general suelen tener menos calorías y grasas que los helados cremosos, y por tanto resultan un poquito más saludables. Por otra parte, la mejor opción es escoger helados de fruta natural. Actualmente son muy fáciles de encontrar en muchas heladerías o fruterías. 

Disfruta del deporte en verano

En verano hay una gran variedad de deportes que, debido a las bajas temperaturas no apetece practicar en otras épocas. También se pueden adaptar los deportes más convencionales para hacerlos en el agua, como el baloncesto o el vóley. Esta es una buena forma de divertirse con los amigos mientras realizas actividad física refugiándote del calor. Eso sí, en esta época es muy importante protegerse del sol.

Para todos estos consejos os dejamos este recetario con ideas de comidas para un dia de playa piscina o monte

 

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COMO DEBEMOS ALIMENTARNOS FRENTE LAS ALTAS TEMPERATURAS

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es importante prestar atención a nuestra alimentación para mantenernos saludables y disfrutar plenamente de esta estación. 

El calor puede afectar nuestro apetito y nuestras necesidades nutricionales, por lo que es fundamental ajustar nuestra dieta para garantizar una correcta hidratación y obtener los nutrientes necesarios. 

 

Aquí te indicamos algunas pautas para llevar una alimentación adecuada durante el verano y mantenernos frescos y saludables.

 

  • Mantén una hidratación adecuada: El agua es esencial para mantenernos hidratados durante el verano, especialmente cuando las temperaturas son altas. Asegúrate de beber al menos 8 vasos de agua al día, y aumenta la ingesta si realizas actividades físicas o pasas tiempo al aire libre. También puedes incluir alimentos ricos en agua, como sandía, melón, pepino y ensaladas, que te ayudarán a mantener un equilibrio adecuado de líquidos en tu cuerpo.

 

  • Elige alimentos refrescantes: Cuando el calor aprieta, es agradable consumir alimentos frescos y ligeros. Opta por frutas y verduras de temporada, como fresas, piñas, tomates y hojas verdes, que son ricas en vitaminas y minerales y te mantendrán hidratado. También puedes preparar deliciosos batidos o smoothies con frutas congeladas para refrescarte y obtener nutrientes esenciales al mismo tiempo.

 

  • Reduce el consumo de alimentos pesados: Las comidas pesadas y abundantes pueden generar malestar durante el verano. Evita el consumo excesivo de alimentos fritos, grasosos o ricos en calorías. Opta por comidas más ligeras, como pescado a la parrilla, ensaladas, gazpachos o wrapsi. Estos platos son nutritivos y fáciles de digerir, lo que te ayudará a mantenerte ligero y fresco.

 

  • Controla el consumo de alimentos procesados: Los alimentos procesados suelen contener altos niveles de sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos. Estos ingredientes pueden aumentar la retención de líquidos y causar desequilibrios en tu organismo. Intenta evitar alimentos como snacks, refrescos azucarados y comida rápida. En su lugar, elige opciones saludables y frescas, como nueces, yogur natural o frutas secas

 

  • Ten cuidado con la intoxicación alimentaria: El calor puede favorecer la proliferación de bacterias y el deterioro de los alimentos. Asegúrate de mantener los alimentos refrigerados adecuadamente y evita dejarlos expuestos al sol durante largos períodos de tiempo. Además, lava bien las frutas y verduras antes de consumirlas y evita el consumo de alimentos perecederos que hayan estado fuera del refrigerador por mucho tiempo.

 

  • Planifica tus comidas y horarios: Establecer horarios regulares para las comidas te ayudará a mantener una alimentación equilibrada. Evita saltarte comidas y, en su lugar, planifica tus comidas con antelación. Puedes preparar ensaladas o platos fríos para llevar contigo cuando salgas de casa, así podrás evitar la tentación de recurrir a opciones menos saludables.

 

Durante el verano, es esencial prestar atención a nuestra alimentación para mantenernos hidratados y saludables. Siguiendo estas pautas, podrás disfrutar de una dieta equilibrada y refrescante durante esta temporada. Recuerda mantener una adecuada hidratación, elegir alimentos frescos y ligeros, evitar comidas pesadas y procesadas, y tener cuidado con la manipulación de los alimentos para prevenir intoxicaciones y no olvides, mantenerte activo. ¡Disfruta de un verano saludable y lleno de energía!

 

 

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