Consejos

¿Cómo mejorar mi relación con la comida?

Mejorar la relación con la comida implica desarrollar hábitos alimentarios conscientes, equilibrados y sostenibles, alejándose de dietas extremas o restricciones innecesarias.

Un nutricionista juega un papel clave al proporcionar estrategias adaptadas a cada persona, considerando su historial de alimentación, emociones asociadas y necesidades metabólicas.

En un centro de nutrición, la evaluación del comportamiento alimentario es un paso esencial para entender cómo las emociones, el entorno y los hábitos diarios influyen en la forma en que una persona se alimenta. Un nutricionista no solo analiza los aspectos físicos y nutricionales, sino también factores psicológicos y conductuales que pueden afectar la relación con la comida.

Muchas veces, las personas confunden el hambre real con la necesidad de comer motivada por emociones como el estrés, ansiedad o aburrimiento. Un nutricionista ayuda a identificar la diferencia entre hambre fisiológica que aparece de manera gradual, se siente en el estómago y se sacia con una comida equilibrada. Y el hambre emocional que surge repentinamente, suele estar ligada a antojos específicos como dulces, comida ultraprocesadas  y no se satisface con alimentos nutritivos.

 También las dietas extremadamente restrictivas pueden generar sentimientos de culpa o frustración al consumir cierto alimento, en un centro de nutrición, se trabaja en  eliminar la mentalidad de “alimentos prohibidos” y enseñar cómo equilibrar la dieta sin restricciones extremas, además de promover la alimentación intuitiva, permitiendo que el cuerpo regule el apetito de manera natural y trabajar la relación emocional con la comida, para evitar patrones como el “comer por ansiedad” o el “castigo” después de una indulgencia.

Otro aspecto clave es aprender a saborear y disfrutar los alimentos, ya que comer demasiado rápido, viendo televisión o con el móvil puede hacer que el cerebro no registre la saciedad a tiempo, favoreciendo el exceso de ingesta.

Para mejorar este hábito, en los centros de nutrición se recomienda:

Realizar comidas sin distracciones, enfocándose en los sabores, texturas y aromas de los alimentos y masticar lentamente, permitiendo que el cuerpo envíe señales de saciedad al cerebro antes de seguir comiendo y evitar las comida rápidas, dándole espacio a la alimentación como parte del bienestar diario.

En un centro de nutrición, los profesionales analizan el comportamiento individual para crear estrategias personalizadas, ayudando a cada persona a desarrollar una alimentación más equilibrada, sin culpas ni restricciones innecesarias.

Planificar comidas semanales para evitar decisiones impulsivas desarrollar estrategias para gestionar la ansiedad sin recurrir a la comida como escape.

Incorporar variedad en la alimentación para evitar monotonía y ansiedad por ciertos productos.

Escucha a tu cuerpo, disfruta cada bocado y haz de la comida un momento especial. ¡Pequeños cambios crean grandes hábitos!

Consejos

NO SOY CAPAZ DE DEJARME COMIDA EN EL PLATO

 

¿Eres capaz de dejarte comida en el plato?

La verdad sea dicha, comer es un placer. Sin embargo, precisamente por ello,  como cualquier placer, es más placer cuando se disfruta de forma justa y sin  abusar. 

Saborear los alimentos, no llenarse tanto la boca, degustar cada plato, son  técnicas recomendadas a la hora de comer. 

Comer en exceso no es sano para ti. 

Estos son algunos consejos que te podrían ayudar: 

– Intenta distraerte y no focalizar tú atención en tú estado de ánimo y su  alivio inmediato.

–  Hacer  algún ejercicio de relajación, meditación, respiración o yoga también te  ayudará a cambiar tu estado de ánimo. 

– La toma de conciencia de como respiramos y el cambio en el ritmo de la  inspiración y espiración podrá ayudarte a detectar si estos nervios@ o  tranquil@,  la respiración abdominal de relajación  muscular disminuirá el estado de ansiedad y por lo tanto la necesidad de  comer para sentirte mejor. 

– Beber agua. Muchas veces no tenemos hambre, sino sed. Prueba a  beber un vaso de agua cuando tengas ganas de comer, y esperar 10  minutos antes de comer. 

– Realizar tres comidas al día. Incorporar alimentos ricos en grasas  saludables y proteínas en lugar de los hidratos de carbono.

– Deja de polarizar los alimentos como buenos o malos.

– Cuando vayas a hacer la compra llévate una lista elaborada desde casa  para evitar los primeros impulsos he intenta ir con el estómago lleno,  visualízate mientras compras, comiendo platos saludables llenos de  sabores. 

– Sírvete la comida en platos pequeños. Se ha demostrado que comemos  menos de esta forma. 

– Es importante hacerte consciente de la diferencia entre la sensación de  hambre y de ansiedad, si llevas más de tres horas sin comer  probablemente tengas hambre, sin embargo, si acabas de comer y  necesitas seguir masticando lo más seguro es que sea ansiedad.

Si te has sentido reflejado en estas líneas y sientes que es imposible dejarte comida en el plato y esto es un hecho que te frustra, cuenta con nosotras. Las sesiones de psiconutrición son las indicadas para este tipo de frustración continua con la comida

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