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Cómo Fomentar una Buena Alimentación y una Relación Saludable con la Comida en los Niños – Guía para Padres

🧒🥦 Cómo Fomentar una Buena Alimentación y una Relación Saludable con la Comida en los Niños – Guía para Padres | Nutrieat

Como padres, uno de los mayores deseos es que nuestros hijos crezcan sanos, fuertes y felices. La alimentación juega un papel fundamental en su desarrollo físico y emocional. En Nutrieat, vemos a diario cómo una buena relación con la comida desde la infancia previene problemas como el sobrepeso, la ansiedad alimentaria o el rechazo a ciertos alimentos en el futuro.

Por eso, hoy queremos compartirte herramientas prácticas para promover una alimentación equilibrada y una conexión positiva con los alimentos en casa.

🍎 1. Da el ejemplo: tus hábitos enseñan más que tus palabras

Los niños aprenden observando. Si te ven comer frutas, verduras, disfrutar tus comidas sin culpa, y evitar comentarios negativos sobre tu cuerpo o el de los demás, lo adoptarán como normal.

Evita frases como:

  • “Esto engorda.”

  • “Comí fatal hoy.”

  • “Voy a saltarme la cena para compensar.”

💡 En su lugar: comparte lo rico que está lo que comes, comenta cómo te da energía o cómo disfrutas cocinarlo.

🥗 2. No etiquetes alimentos como “buenos” o “malos”

Esto puede generar miedo, culpa o ansiedad alimentaria. En lugar de eso, enseñales que:

  • Hay alimentos que ayudan a crecer y estar fuertes (como las frutas, vegetales, proteínas…).

  • Y hay otros que son solo para disfrutar a veces, sin sentir culpa (como una galleta, un helado…).

🔁 El equilibrio es clave: ¡todos los alimentos pueden tener su espacio!

👨‍👩‍👧 3. Involucra a tus hijos en el proceso

Ir al supermercado juntos, elegir frutas, preparar comidas simples… todo esto hace que se interesen por lo que comen. Si ellos participan, es más probable que prueben nuevos alimentos.

🧁 Incluso pueden ayudar a preparar postres saludables o su almuerzo para el colegio.

⏰ 4. Establece rutinas y horarios (¡sin forzar a comer!)

Los niños necesitan estructura, pero no imposición. Ofrece alimentos variados en los horarios establecidos, pero respeta su apetito. Obligar a terminar el plato puede generar rechazo o desconexión con sus señales de hambre y saciedad.

🍽️ Tip: sirve porciones pequeñas al principio, y deja que pidan más si desean.

🙅‍♀️ 5. Evita usar la comida como premio o castigo

Frases como “Si te comes las verduras, te doy postre” o “No hay helado porque te portaste mal” pueden alterar su relación emocional con la comida. Esto refuerza que unos alimentos son más “valiosos” que otros.

✨ En su lugar: ofréceles una alimentación balanceada como parte natural del día a día, sin dramatizar.

🧠 6. Fomenta una conversación positiva sobre el cuerpo

Evita hablar de “peso ideal” o “dieta” delante de los niños. Anímalos a reconocer lo que sus cuerpos hacen por ellos (correr, jugar, abrazar), y que cada cuerpo es único y valioso.

💬 En resumen…

Promover una buena alimentación infantil no es solo cuestión de nutrientes, sino de emociones, ejemplos y conversaciones cotidianas. En Nutrieat, creemos que una relación sana con la comida es el mejor regalo que podemos darles.

📞 ¿Te gustaría orientación personalizada?

En Nutrieat atendemos a familias que desean mejorar los hábitos alimentarios de sus hijos sin caer en extremos. Si quieres una consulta individual o talleres familiares, ¡estamos para ayudarte!

 

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Ansiedad con la comida en verano: cómo disfrutar de tus vacaciones sin culpa

Ansiedad con la comida en verano: cómo disfrutar de tus vacaciones sin culpa

El verano es sinónimo de sol, descanso, desconexión… y también de cambios en nuestra rutina alimentaria. Comidas fuera de casa, helados improvisados, terrazas al atardecer y escapadas que rompen con los hábitos saludables que llevamos durante el año. ¿El resultado? Muchas personas experimentan ansiedad con la comida durante las vacaciones de verano.

En este artículo de Nutrieat, te explicamos por qué ocurre, cómo identificarla y qué estrategias puedes seguir para disfrutar del verano sin culpa, sin restricciones extremas y con una relación más amable con la comida.

¿Qué es la ansiedad con la comida?

La ansiedad alimentaria es una sensación de malestar emocional que aparece relacionada con la comida. Puede manifestarse como pensamientos obsesivos sobre lo que vas a comer, miedo a engordar, atracones o el impulso de compensar con ejercicio excesivo o ayunos.

En verano, estas emociones se agudizan por varios motivos:

  • Cambios en la rutina (horarios, lugares, tipos de comida).

  • Mayor exposición corporal (ropa ligera, bañadores).

  • Presión social por tener un “cuerpo de verano”.

  • Más encuentros sociales centrados en la comida y la bebida.

Todo esto puede generar un cóctel emocional que activa pensamientos como:
“He comido fatal hoy”, “Ya que he empezado, sigo comiendo mal todo el día”, “El lunes vuelvo a empezar”.
Y así, el verano se convierte en una montaña rusa de restricciones, excesos y culpa.

¿Por qué sentimos más ansiedad con la comida en verano?

La ansiedad con la comida en vacaciones no es casualidad. Aquí te explicamos algunas de las causas más frecuentes:

1. El cambio de rutina

Durante el año, muchas personas siguen un horario más estructurado, con comidas planificadas y más control sobre los alimentos. En verano, los días son más imprevisibles y eso puede generar inseguridad.

2. La presión estética

La famosa «operación bikini» sigue pesando. El verano expone nuestros cuerpos y, en un entorno donde predomina la comparación (playa, redes sociales, etc.), muchas personas se sienten incómodas con su imagen y proyectan esa incomodidad en la comida.

3. El miedo a “perder el control”

Al relajarse las normas, aparecen pensamientos de “todo o nada”: o como perfecto, o me dejo llevar totalmente. Este pensamiento dicotómico es un gran disparador de ansiedad y atracones.

4. Menor acceso a comida casera

Comer fuera más a menudo implica más desconocimiento sobre los ingredientes, los métodos de cocción o las cantidades. Esto puede generar angustia en personas que intentan seguir un plan de alimentación.

¿Cómo gestionar la ansiedad con la comida en verano?

En Nutrieat creemos que la clave no está en controlar más, sino en escuchar más a tu cuerpo y a tus emociones. Aquí te dejamos algunas estrategias prácticas:

1. Deshazte del pensamiento “todo o nada”

No hay comidas “buenas” o “malas”. Todas las comidas forman parte de una alimentación equilibrada si se entienden en su contexto. Un helado no arruina tu salud, igual que una ensalada no la garantiza.

2. Aprende a comer con atención plena

La práctica del mindful eating o alimentación consciente ayuda a reconectar con las señales de hambre y saciedad. Comer despacio, sin pantallas y disfrutando del sabor puede reducir los atracones y la culpa.

3. Sé flexible y realista

No vas a comer igual en verano que en enero, y eso es completamente normal. La alimentación saludable también incluye espacio para el disfrute y lo social.

4. Evita las compensaciones

No necesitas “castigarte” por haber comido más. Saltarte comidas, hacer ejercicio excesivo o culparte solo perpetúa el ciclo de ansiedad.

5. Habla contigo como hablarías con un/a amigo/a

La autocrítica no te ayuda. Si un amigo te dijera que se siente mal por comerse una pizza en la playa, ¿le dirías que se castigue o que disfrute del momento y siga adelante?

¿Y si no puedo manejarlo solo/a?

Si sientes que la ansiedad con la comida te impide disfrutar del verano, es importante que sepas que no estás solo/a. Buscar apoyo profesional es un acto de autocuidado, no una señal de debilidad.

En Nutrieat contamos con un equipo de nutricionistas y psicólogos especializados en la relación con la comida, el comer emocional y los trastornos alimentarios. Te ayudamos a recuperar la paz con la comida y a vivir el verano sin culpa ni ansiedad.

Conclusión: el verano no es el problema, lo es la culpa

El problema no es el helado, ni la paella en el chiringuito, ni el cóctel en la terraza. El verdadero problema es el juicio constante sobre lo que comemos. El verano puede ser una oportunidad maravillosa para disfrutar de la comida, reconectar con el cuerpo y practicar la flexibilidad.

Desde Nutrieat te animamos a dejar atrás la rigidez, abrazar una alimentación más intuitiva y disfrutar de unas vacaciones llenas de bienestar, placer y equilibrio.

 

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Gimnasio, deporte y alimentación: mitos y realidades

Muchas personas se ponen objetivos: subir de peso, bajar de peso, aumentar masa muscular, tonificar, etc. Y todos ellos ligados a la dieta. Si te preguntas cómo has de comer ahora que te has apuntado al gimnasio el artículo de hoy te interesa. A continuación pasaré a puntualizar afirmaciones comunes que me encuentro en la consulta

Soy deportista, porque hago deporte

Pues tal vez no, si vas al gimnasio 3 veces por semana no te puedes considerar deportista. Consideramos deportista a aquella persona que hace deporte cada día (o casi cada día) durante varias horas. Tu caso es el de una persona no sedentaria. A nivel de nutrición esto se traduce de la siguiente manera:

  • Tu gasto energético sube ligeramente pero no como para aumentar la ingesta calórica diaria de una manera considerable. Esto significa que lo más probable es que no necesites comer más cantidad de comida. Si eres de los que hacer deporte le abre el apetito deberías mirar qué corregir de tu alimentación actual para que consigas quedarte saciado con un número similar de calorías.
  • Debes hidratarte correctamente. Para hacerlo no te compres un refresco. Bebe agua o bebida isotónica durante y después de hacer deporte.

Como voy al gimnasio debo tomar productos para deportistas

No necesitas tomar batidos ni suplementos. Sólo en casos puntuales de aumento de masa muscular recomendaremos un batido después de hacer deporte. De todas maneras, es importante matizar que se puede subir masa muscular sin tomar batidos, haciendo una correcta ingesta de hidratos de carbono y proteínas. Las bebidas de recuperación están aconsejadas para después de 3h o más de ejercicio físico aeróbico.

Para ganar musculatura necesito comer más proteínas

Esto es otro mito. La parte cierta es que las proteínas pasan a ser un nutriente muy importante no sólo en cantidad sino también en calidad. La realidad es que ya hacemos un exceso en nuestra dieta habitual, por lo tanto cuando hacemos deporte no hemos de aumentar el consumo.
Mucha gente cree no obtener los resultados que quiere por culpa de la alimentación y por ello recurre a hacer dietas aburridas como la del arroz con pollo o a tomar productos sintéticos.

Si no obtenemos resultados haciendo deporte, lo primero que tenemos que evaluar es si estamos haciendo los ejercicios correctos para nosotros, y no imitar la conducta del más forzudo de la sala. Si ejercitas un músculo correctamente este se pone fuerte, independientemente de lo que comas (descartando casos de desnutrición), si comes muy bien pero no haces deporte, el músculo se queda blando y pequeño. Si haces deporte y comes lo que toca el resultado es óptimo.

Ahora puedo comer lo que quiera por que voy al gimnasio y así compenso

Es muy típico darnos a nosotros mismos permiso para comer cosas que normalmente decidimos no comer a cambio de hacer deporte. Es decir, como  he ido al gimnasio cenaré pizza o hoy me compro un croissant pero no pasa nada por que luego lo compenso haciendo deporte. Este tipo de reflexiones son poco aconsejables por varias razones:

  • Las calorías que se queman en el gimnasio son más bajas de lo que uno se imagina o lo que calcula la máquina de cardio a través de fórmulas. Además las calorías que ingerimos cuando hacemos excesos normalmente son mucho más elevadas de lo que nos imaginamos. Pongo unos ejemplos:
    • Correr 30 minutos en la cinta pueden corresponder a unas 500 kcal.
    •  Hacer 45 minutos de pesas unas 300 Kcal.
    • Comida 1 pizza entera entre 1.000-1.500 kcal en función de cómo sea la pizza.

Como puedes ver es difícil compensar el gasto energético.

Por otro lado, lo más importante siempre debe ser la salud. Estos tipos de argumentos sólo tienen en cuenta el peso de la báscula pero dejamos de lado que tenemos que intentar comer lo más saludable posible y esto significa alimentos naturales, cocinados en casa, evitando precocinados y procesados.

Por último, no debemos pensar ni calcular calorías cuando elegimos un alimento. Si escogemos comer una pizza debemos hacerlo por que nos apetece hacerlo no por que nos lo podamos o no permitir. De esta manera evitamos caer en conductas poco saludables.

Voy al gimnasio por la mañana en ayunas, así quemo barriga

Nos encontramos ante otro gran mito, hacer deporte sin desayuno no adelgaza más que desayunando. Lo único que conseguiremos en este punto es marearnos, rendir menos haciendo deporte y consumir proteína muscular. Si hacemos entrenamientos en ayunas, deben ser con un fin concreto y siempre pautados por especialistas

Espero que este artículo haya servido para aclararte algunos conceptos y desmitificar algunas de las creencias más comunes relacionadas con la dieta y el ejercicio físico. Termino recomendándote encarecidamente que incluyas la actividad física en tu día día ya que junto a una correcta alimentación, será uno de los pilares fundamentales para cuidar tu salud.

 

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Batch cooking para principiantes: gana tiempo y ahorra dinero

El batch cooking es un método que consiste en cocinar pocas horas durante un día para toda una semana. Si eres principiante en esto, quédate. En este post te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este método. Ya verás que es muy sencillo, útil, rápido y muy saludable

Beneficios del batch cooking para principiantes

El ritmo que llevamos cada día, ya sea en el trabajo o en la universidad, nos impide muchas veces a llevar una dieta saludable y equilibrada. Si eres un inexperto del batch cooking te darás cuenta que este método te puede aportar tres ventajas clave:

  • Ganarás tiempo. Tendrás todas las comidas de la semana preparadas con antelación sólo para descongelar o calentar.
  • Ahorrarás dinero. Sabrás qué vas a cocinar y, por lo tanto, comprarás solamente los ingredientes que necesites. También se trata de aprovechar todo lo que se tenga en casa y sacarle el máximo partido.
  • Mejorarás tu calidad de vida. Te alejarás de los ultraprocesados y del fast food porque tu menú cuidará necesidades nutricionales.

La planificación, clave en el batch cooking

El batch cooking, también conocido como “cocinar a lo grande” o “cocinar por tandas”, consiste en preparar en grandes cantidades una serie de alimentos y combinarlos entre ellos, durante el resto de la semana. De esa manera se consigue tener cada día diferentes menús equilibrados y variados. Normalmente, se suele practicar el domingo ya que es festivo.

Ideas para aplicar el batch cooking a tus menús

El meal prep te ofrece la oportunidad de seguir una dieta saludable, siempre y cuando se tenga en cuenta el cocinado. Te dejamos algunas opciones de distintos alimentos para que puedas combinarlos entre ellos durante la semana:

Pasta, cereales y legumbres

Estos hidratos de carbono te permiten elaborar multitud de platos, tanto fríos como calientes. Cada uno de ellos se puede mezclar con cualquier verdura previamente cocida, carne o pescado. Los cereales como el arroz, la quinoa, la avena, el mijo, el cuscús o la pasta son imprescindibles en nuestra alimentación por el alto contenido en vitaminas y minerales. Por otro lado, las legumbres (alubias, garbanzos, lentejas, habas, soja…) son la principal fuente de hierro y proteínas.

Carne, pescado y huevos

Puedes cocinar tanto carne roja (vacuna, de cerdo o buey) como blanca (cerdo, pollo u otras aves). Pescado blanco (merluza, rape, bacalao, lubina…) y azul (salmón, atún, sardina, bonito…). Huevos fritos, revueltos, pasados por agua, duros, “poché” o escalfados o incluso tortillas. Estas proteínas se pueden cocinar a la plancha al vapor o al horno para mantener una dieta saludable y acompañarlas con ensaladas, pasta, salteados… 

Frutas y verduras

Una opción es cortar porciones de fruta y guardarlas por separado en la nevera. O también, congelarlas mezcladas para hacer batidos. En cuanto a las verduras, se pueden asar en el horno y almacenarlas en la nevera para combinarlas con la pasta, los cereales y las legumbres. O bien, cocinar sopas y cremas. Tanto las frutas (manzana, plátano, naranja, kiwi, frutos rojos…) como las verduras (brócoli, zanahoria, calabaza, patata, calabacín, pimiento…) están llenas de vitaminas, una de las principales fuentes de salud para el organismo, minerales, fibras, antioxidantes y agua. Se recomienda tomar 2 raciones de frutas y 3 de verduras al día.

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TIPS PARA LA CORRECTA HIDRATACIÓN

 

1. Conoce tus necesidades de hidratación

Cada persona tiene necesidades diferentes de hidratación. Factores como el peso corporal, la edad, el nivel de actividad y el clima influyen en la cantidad de agua que debes consumir. Una regla general es beber al menos 8 vasos de agua al día, pero los deportistas o personas muy activas pueden necesitar más. Escucha a tu cuerpo y bebe agua cuando tengas sed.

2. Empieza el día con agua

No lo dudes: nada más despertarte, bebe un vaso de agua.

Después de una noche de sueño, tu cuerpo está deshidratado. Beber agua al levantarte ayuda a activar tus órganos internos y a eliminar toxinas acumuladas durante la noche. Es una forma sencilla de empezar el día con energía.

Tu cuerpo se activará de forma automática. No nos hará perder grasas, pero si empezar el día con energía y fuerzas renovadas. Para los más pequeños, nada como tener siempre cerca una botella. Descubre otros momentos para beber que te ayudarán a mejorar tu día.

3. Bebe entre 2 y 3 litros de agua al día

Puede parecer mucho, pero si bebes de forma constante y en pequeñas cantidades durante todo el día, lo cumplirás sin problemas.

4. Hidratación antes, durante y después del ejercicio

Si eres una persona activa, la hidratación antes, durante y después del ejercicio es fundamental. Antes de entrenar, asegúrate de beber suficiente agua para estar bien hidratado. Durante el ejercicio, bebe pequeñas cantidades de agua cada 15-20 minutos para reponer líquidos perdidos a través del sudor. Después del ejercicio, rehidrátate adecuadamente para ayudar a la recuperación muscular y la reposición de electrolitos.

5. Ingiere alimentos ricos en agua

No solo el agua potable contribuye a tu hidratación. Muchos alimentos también contienen altos niveles de agua y pueden ayudar a mantenerte hidratado. Frutas como la sandía, el melón, las fresas y el pepino son excelentes opciones. Las sopas y caldos también son una buena fuente de hidratación adicional.

6. No esperes a tener sed para beber agua

La sed es una señal de que tu cuerpo ya está deshidratado. No esperes a sentir sed para beber agua porque el cuerpo humano empieza a deshidratarse antes de tener sed, así que si procuras beber antes de sentirla tu cuerpo lo agradecerá.

Mantén una botella de agua contigo durante todo el día y toma sorbos regularmente. Establece recordatorios en tu teléfono si es necesario, para asegurarte de que estás bebiendo agua con la frecuencia adecuada.

7. El alcohol y las bebidas con gas deshidratan

Es un hecho, así que si quieres mantenerte 100% hidratado, tendrás que dejar de beberlos a menudo.

Bebidas como el café, el té y el alcohol pueden tener un efecto deshidratante en tu cuerpo. Si bien no necesitas eliminarlas por completo, es importante ser consciente de su consumo y compensar con una mayor ingesta de agua. Por cada taza de café o bebida alcohólica que consumas, bebe un vaso de agua extra.

8. Otras bebidas que hidratan además del agua

Zumos, bebidas energéticas, infusiones, lácteos, son ejemplos de bebidas que te hidratan pero con sabor. Cualquiera de ellas encaja en tu botella Nalgene, por supuesto.

Opta por bebidas deportivas cuando sea necesario

Si realizas ejercicio de alta intensidad o prolongado, las bebidas deportivas pueden ser útiles. Estas bebidas contienen electrolitos como sodio y potasio, que ayudan a reponer los minerales perdidos a través del sudor. Sin embargo, no las uses como sustituto del agua en actividades de baja intensidad

9. Presta atención al color de tu orina

Una forma sencilla de monitorear tu nivel de hidratación es observar el color de tu orina. Un color claro indica una buena hidratación, mientras que un color oscuro puede ser señal de deshidratación. Si notas que tu orina es constantemente oscura, aumenta tu ingesta de agua.

10. Adapta tu hidratación al clima

En climas cálidos y húmedos, tu cuerpo necesita más agua para mantenerse fresco y reponer el sudor. Durante el invierno, aunque no sientas tanto calor, la calefacción y la menor humedad también pueden deshidratarte. Ajusta tu consumo de agua según la temporada y las condiciones climáticas.

 

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MI HIJO NO QUIERE COMER ¿QUE PUEDO HACER?

MI HIJO NO QUIERE COMER ¿QUE PUEDO HACER?

A día de hoy nos encontramos un alto porcentaje de niños con dificultades a la hora de comer y de probar nuevos alimentos, la pregunta ¿Por qué mi hijo no quiere comer? es muy recurrente en las familias.  que esto ocurra al fin y al cabo es normal, sobre todo en los primeros años de vida, y se puede alargar hasta los 7 años de edad.

En el Centro Nutrieat abordamos este tipo de casos de manera integral, tanto desde el punto de vista nutricional como psicologico. Es por ello que hemos enfocado este artículo desde ambos aspectos. Esperamos os sea de ayuda.

Los niños adoptan comportamientos neofóbicos (miedo a probar cosas nuevas) y se vuelven muy selectivos a la hora de decidir lo que les gusta y lo que no. Dentro de esta variedad limitada, suelen excluir las frutas y los vegetales.

Neofobia alimentaria ¿Qué es y cuáles son las causas?

Cuando hablamos de neofobia alimentaria nos referimos al trastorno que restringe la alimentación de nuevos alimentos a causa de un miedo irracional. Si lo pensamos al final es algo natural y muy adaptativo del ser humano, el hecho 

de rechazar situaciones desconocidas por parecernos peligrosas.

Para explicarlo mejor, si nos encontramos que un alimento que solemos comer, huele distinto o tiene otro color ¿Verdad que desconfiaremos de que esté bueno?, pues a los niños les sucede lo mismo. Al introducir un alimento desconocido esa inseguridad es fácil que aparezca, y a esto se le conoce como palatabilidad negativa, presuponer que los alimentos nuevos son desagradables.

Las causas de este trastorno pueden ser varias, como la predisposición genética, los estilos cognitivos, el tipo de personalidad del niño, pero sobre todo la idea de supervivencia (la activación de la defensa para evitar una intoxicación). 

Además, aquí le podemos sumar que ya hayan podido vivir una situación desagradable al probar un alimento nuevo, como náuseas, vómitos, sentirse presionados a acabarse la comida a la fuerza, entre otras. Ante estas situaciones, el niño puede construir la asociación, que con todos los alimentos nuevos, le va a suceder lo mismo.

¿Cómo actuar si tu hijo se niega a comer o probar nuevos alimentos?

Si un niño presenta neofobia alimentaria, es fácil que lo podamos identificar ante la negación clara con un “no”, pero a veces no tienen las herramientas para manifestarlo y se puede presentar con nerviosismo, eccemas en la piel, beber grandes cantidades de agua, lloros o berrinches…

Es importante que aquí el adulto mantenga la calma por difícil que pueda resultar a veces. Es primordial no mostrar enfado cuando lo rechace y tampoco castigarlos.

Puede ser beneficioso que en casa se coma de todo, normalizar la variedad de alimentos, comer todos los miembros de la familia juntos y el mismo tipo de alimentos. El niño si ve que sus padres comen reiteradamente ese alimento que les parece peligroso, pueden llegar a aprender que no lo es.

También nos vamos a encontrar que si conseguimos que el niño pueda probar algo distinto a lo de siempre, nos diga que no le gusta, es algo normal porqué es nuevo, y puede que llegue a necesitar probarlo hasta diez o quince veces para normalizar en su repertorio de sabores y lo pueda identificar como familiar. Así que la alimentación por repetición es una buena solución.

Otra de las soluciones es implicar a los niños en la compra, en la cocina y poder crear platos visualmente atractivos. Cada vez que vayáis a comprar, que pueda elegir un alimento nuevo que le apetezca probar, en la cocina que se sienta partícipe haciendo tareas sencillas, y que la presentación de los platos que puedan tener formas o ideas que ellos hayan propuesto, les puede ayudar a decidirse a comer.

¿Por qué mi hijo no quiere comer? Aspectos nutricionales.

Uno de los motivos habituales por los que los padres acuden a la visita de una nutricionista es por la preocupación que tienen porque sus hijos no quieren comer o son selectivos con los alimentos.

Puede ser agotador sentarnos a la mesa cada día y enfrentarnos al rechazo constante de nuestro hijo hacia la comida. No saber cómo ayudarle y esa sensación de que “algo no estamos haciendo bien”, puede generar una gran frustración y ser una fuente de estrés.  Pero queremos deciros que no estáis solos/as. Esto es más común de lo que pueda parecer.

Cómo influyen las experiencias negativas en la relación con la comida

Es fácil pasar por alto cómo ciertas situaciones alrededor de la comida pueden marcar a un niño, pero lo cierto es que estas experiencias a menudo dejan una huella que influye en su actitud hacia ciertos alimentos. Aunque no siempre lo notemos, estas vivencias pueden ser el origen del rechazo que vemos a diario en la mesa.  A continuación, vamos a explorar algunas de las situaciones más comunes que pueden haber contribuido a este rechazo.

  1. Experiencias físicas desagradables

Si alguna vez tu hijo ha sentido náuseas, ha vomitado o incluso ha tenido dolor de estómago tras comer algo, es normal que lo relacione con ese alimento y lo evite en el futuro. Por ejemplo, si vomita tras probar una fruta nueva puede relacionar tanto el alimento en sí como el sabor, textura o el color del alimento con la experiencia desagradable y que desde entonces se genere un rechazo automático. Incluso si el malestar fue causado por otro motivo (como que se haya dado durante un proceso de gastroenteritis). Aunque para nosotros sea fácil distinguir entre una coincidencia y la causa real del vómito, para ellos no lo es. 

  1. La presión a la hora de comer

Muchas veces, sin querer, los adultos caemos en la tentación de usar frases como “si no comes esto, no hay postre” o “tienes que comerte todo el plato o no podrás irte a jugar”. Aunque nuestra intención sea motivarlos, para ellos estas palabras pueden convertirse en una fuente de estrés. 

A la larga, esa presión puede acabar haciendo que vean las comidas como un momento de tensión, es decir, como algo que tienen que superar en lugar de disfrutar. 

  1. Las emociones de los adultos

Como ya habréis notado los niños son auténticas esponjas emocionales. Si sienten que estamos frustrados, ansiosos o enfadados porque no comen, eso también influye en cómo se sienten respecto a la comida. Un suspiro, una mirada de cansancio o un comentario como “¿otra vez no vas a comer?” puede parecer insignificante para nosotros, pero en ellos puede reforzar la idea de que no están cumpliendo nuestras expectativas. 

  1. El ambiente en la mesa

El ambiente también juega un papel importante. Si las comidas son caóticas, o si hay distracciones como la televisión o la Tablet, es más difícil que el niño desarrolle una relación positiva con la alimentación. Comer debería ser un momento de tranquilidad y donde poner los cinco sentidos.

¿Cómo os podemos ayudar desde la consulta de nutrición?

  • Desde la consulta, trabajaremos con las familias para buscar formas creativas y adaptadas a su día a día para reintroducir los alimentos que generan rechazo. Esto puede incluir cambios en la presentación, como ofrecerlo cortado de manera diferente, combinado con otros alimentos que sí acepte o buscando nuevas formas de prepararlo.
  • Lograr que la hora de la comida sea más relajada y positiva. Una estrategia clave es ayudar a los padres a crear un entorno donde el niño se sienta libre de elegir cuánto y qué comer dentro de lo que se ofrece, sin presiones. En lugar de frases como “¡tienes que comer esto!”, proponemos decirles cosas como “Esto está aquí por si te apetece probarlo”. Y dar el ejemplo disfrutando tú mismo del alimento sin insistir. 
  • Por supuesto, nos enfocaremos también en la alimentación del entorno familiar, ya que el ejemplo de los adultos juega un papel importante. Cuando los niños ven a sus padres disfrutar de un alimento de forma natural y sin presiones, esto puede despertar su curiosidad y motivarlos a probar nuevos sabores, aunque sea a su propio ritmo.
  • En las consultas de seguimiento, el papel de la nutricionista es ayudar a las familias a identificar qué dificultades están encontrando al llevar a cabo las recomendaciones y asegurarnos de que sean conscientes tanto de los avances de sus hijos como de los suyos propios. Este proceso mejora si trabajamos en equipo con la psicóloga, quien acompaña a las familias en gestionar las emociones que puedan surgir, como la frustración o la ansiedad. Juntas buscamos ajustar las pautas, reconocer logros y motivarles para seguir avanzando, siempre desde un enfoque empático y respetuoso.

En consulta, trabajaremos juntos para establecer rutinas claras que hagan de las comidas un momento más tranquilo y consciente. Por ejemplo, una de las recomendaciones podría ser crear un espacio libre de pantallas. Esto ayuda a que tanto niños como adultos estén más presentes, puedan conversar entre ellos y disfruten del momento. Será importante proponer cambios que realmente sean factibles. Por ejemplo, si las pantallas son muy habituales, se puede empezar por apagar pantallas solo en una de las comidas del día y convertirla en un tiempo especial en familia.

 

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COMO MANTENER UNA CORRECTA HIDRATACIÓN EN VERANO

Cuando se acerca el calor y suben las temperaturas todo es fiesta y celebración, pero no debemos olvidarnos de cuidar nuestra salud y sobre todo de la importancia de hidratarse en verano correctamente. Tanto la piel, como el pelo, como nuestro organismo en general. 

¡Te enseñamos cómo!

Nuestro cuerpo es agua en más de un 50%, siendo esta proporción variable en función de la edad, el género y el peso.  Su alta presencia en nuestro organismo hace que sea vital reponerla debido a las pérdidas que se dan diariamente, especialmente en épocas de mucho calor. En este post te damos algunos consejos útiles sobre cómo hidratarse correctamente en verano.

Por qué es importante hidratarse en verano

Con la llegada del verano aumentan las temperaturas y la humedad, y, con ello, la sudoración, que es el principal mecanismo que el cuerpo pone en marcha para mantener la temperatura corporal. 

Por lo tanto, una mayor sudoración hace que nuestro organismo necesite más cantidad de agua que en otras épocas del año para evitar la deshidratación por calor.

Además, con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, se disparan las ganas de salir de casa y disfrutar de largas horas al aire libre, por lo que resulta imprescindible una buena hidratación en verano para mantener el equilibrio.

5 Consejos para saber cómo hidratarse en verano

Por norma general, se recomienda consumir al día unos 3 litros aproximadamente de agua. Teniendo en cuenta las cantidades recibidas tanto por los líquidos como por los alimentos.

Si crees que a veces no te estás hidratando de forma correcta, te damos algunos consejos que poniéndolos en práctica te ayudarán a evitar la deshidratación en verano.

Bebe agua con más frecuencia

Lo fundamental es ingerir líquidos con mayor frecuencia. Sobre todo, si nos exponemos directamente al sol o practicamos actividad física. 

Te recomendamos que siempre que vayas a la playa, a la montaña o realices ejercicio en exteriores, lleves contigo una botella de agua, para garantizar que aportas la suficiente cantidad de líquido al organismo.

Para conseguir una buena hidratación en verano, es recomendable beber entre 6 y 8 vasos de agua al día.

Evita el exceso de bebidas azucaradas

Una costumbre muy habitual en las tardes de estos calurosos días, es quedar para tomar algo  en alguno de los mejores chiringuitos de playa. En estos momentos, siempre se suele optar por refrescos u otro tipo de bebidas azucaradas que afectan a nuestra hidratación en verano.

Debemos tener en cuenta que, además, este tipo de bebidas, a la larga, crean todavía más sed y no te ayudarán a luchar contra la deshidratación.

Lo mismo ocurre con las horchatas o los granizados, tan típicos de los meses estivales. Y, en el caso de las bebidas con gas.

Refréscate con bebidas saludables

Para alcanzar una correcta hidratación en verano, deberemos optar por bebidas más saludables tales como zumos naturales, licuados de frutas y verduras e infusiones frías. Estas deliciosas bebidas, aparte de agua, nos aportarán un interesante contenido en nutrientes que nos ayudará a llegar a las cantidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales

Mantén una dieta equilibrada

Una de las claves para cuidar la hidratación en verano de nuestro cuerpo, es manteniendo una dieta equilibrada y saludable con alimentos que nos aporten ese plus de hidratación que necesitamos.

Sabemos que cuando hace mucho calor nos apetecen recetas frescas, poco pesadas y fáciles de preparar o llevar a cualquier parte. Las mejores opciones son ensaladas de pasta, de fruta, gazpachos u otros platos ligeros, pero saludables. 

Si quieres probar un plato de escándalo para esos días de calor te recomendamos nuestra receta de ensalada de sandia Te sorprenderá lo fácil que es de preparar y lo delicioso y refrescante que es este plato.

Aumenta el consumo de frutas y verduras

Sin ninguna duda, la fruta y la verdura forma parte del listado de alimentos refrescanttes indispensables. Por ejemplo, la sandía es una de las frutas favoritas de esta época del año porque nos da una gran sensación refrescante y tiene un alto contenido en agua. ¡Perfecta si quieres mejorar la hidratación en verano!

Ahora que ya conoces algunos de los consejos para hidratarse este verano, no hay excusas para ponerse manos a la obra. ¡Combate la deshidratación y disfruta del buen tiempo sin descuidar tu salud! 

Recuerda que en nuestra web encontrarás deliciosos platos para preparar esta temporada veraniega y superar el calor con el mejor sabor.

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Alimentos antioxidantes: beneficios, fuentes y cómo consumirlos

Los antioxidantes son compuestos esenciales para la salud, ya que protegen nuestras células del daño causado por los radicales libres. Estos radicales libres pueden acelerar el envejecimiento celular y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas. En este artículo, exploraremos los beneficios de los alimentos antioxidantes, los mejores alimentos que los contienen y cómo incorporarlos a tu dieta para optimizar tu bienestar.

Los alimentos antioxidantes juegan un papel clave en la protección celular y en la prevención del envejecimiento prematuro.

Además, entre los antioxidantes más conocidos están las vitaminas C y E, fundamentales para la salud del sistema inmune y la piel. Descubre cuáles son las mejores fuentes naturales en nuestra guía sobre alimentos ricos en vitamina C.

¿Qué son los antioxidantes y por qué son importantes?

Los antioxidantes son sustancias que previenen o retrasan el daño celular causado por el estrés oxidativo. El cuerpo humano produce algunos antioxidantes de forma natural, pero la mayoría provienen de los alimentos que consumimos.

El daño oxidativo está relacionado con enfermedades como:

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Cáncer
  • Enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson
  • Envejecimiento prematuro
  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedades inflamatorias crónicas

Al consumir alimentos ricos en antioxidantes, podemos ayudar a reducir el impacto negativo de los radicales libres en nuestro organismo y mejorar la calidad de vida a largo plazo

Beneficios de los antioxidantes en la salud

  1. Prevención de enfermedades crónicas: Una dieta rica en antioxidantes ayuda a reducir la inflamación y el daño oxidativo en el cuerpo, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer.
  2. Protección contra el envejecimiento prematuro: Al reducir el daño celular, los antioxidantes ayudan a mantener la piel joven, previenen arrugas y mejoran la elasticidad de la piel.
  3. Mejor salud ocular: Nutrientes como la luteína y la zeaxantina presentes en algunos antioxidantes protegen la vista y previenen la degeneración macular.
  4. Fortalecimiento del sistema inmunológico: Al reducir el estrés oxidativo, los antioxidantes favorecen una mejor respuesta inmune ante infecciones.
  5. Salud cerebral y prevención de enfermedades neurodegenerativas: Los antioxidantes pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer y mejorar la memoria y la función cognitiva 

Los mejores alimentos antioxidantes

1. Frutas ricas en antioxidantes

Las frutas contienen una gran cantidad de compuestos antioxidantes como la vitamina C, flavonoides y Carotenoides. Algunas de las mejores opciones son:

  • Arándanos: Ricos en antocianinas, excelentes para la salud cerebral y cardiovascular.
  • Fresas: Fuente de vitamina C y polifenoles.
  • Granada: Contiene punicalaginas, un antioxidante con potentes propiedades antiinflamatorias.
  • Uvas moradas: Ricas en resveratrol, que ayuda a proteger el corazón.
  • Kiwi: Alto en vitamina C, esencial para la producción de colágeno y protección celular.
  • Manzanas: Contienen quercetina, un antioxidante con propiedades antiinflamatorias.

2. Verduras con alto contenido antioxidante

Las verduras son fundamentales en cualquier dieta antioxidante. Algunas de las mejores opciones incluyen:

  • Brócoli: Rico en sulforafano y vitamina C.
  • Espinacas: Contienen luteína y zeaxantina, esenciales para la salud ocular.
  • Zanahorias: Altas en betacarotenos, beneficiosos para la piel y la vista.
  • Pimientos rojos: Altos en vitamina C y capsaicina.
  • Repollo morado: Contiene antocianinas con efecto antiinflamatorio.

3. Frutos secos y semillas antioxidantes

Las grasas saludables y los antioxidantes de los frutos secos los hacen una excelente opción para la dieta diaria:

  • Nueces: Contienen polifenoles y ácidos grasos omega-3.
  • Almendras: Ricas en vitamina E, que protege las células del daño oxidativo.
  • Semillas de chía: Altas en antioxidantes y fibra.
  • Semillas de lino: Fuente de lignanos, antioxidantes beneficiosos para la salud hormonal.
  • Avellanas: Contienen flavonoides con propiedades protectoras del sistema cardiovascular.

4. Legumbres y cereales integrales

  • Lentejas: Ricas en polifenoles y fibra.
  • Quínoa: Contiene flavonoides con propiedades antiinflamatorias.
  • Avena: Buena fuente de avenantramidas, antioxidantes con efecto protector en el corazón.
  • Garbanzos: Altos en fibra y selenio, con propiedades antioxidantes.

5. Especias y hierbas con alto poder antioxidante

Las especias no solo mejoran el sabor de los alimentos, sino que también tienen propiedades antioxidantes.

  • Cúrcuma: Contiene curcumina, con fuerte poder antiinflamatorio.
  • Canela: Rica en polifenoles.
  • Jengibre: Con propiedades antioxidantes y digestivas.
  • Orégano: Alta concentración de flavonoides y fenoles.
  • Tomillo: Fuente de vitamina C y antioxidantes naturales.

6. Bebidas ricas en antioxidantes

  • Té verde: Contiene catequinas, que ayudan a la salud cardiovascular.
  • Café: Fuente de polifenoles beneficiosos

Consejos

Ozempic y sus efectos secundarios

¿Qué es el ozempic?

Ozempic, cuyo principio activo es el semaglutida, es un medicamento utilizado principalmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Sus efectos se deben a varias funciones:

  • Control de la glucosa: ayuda a mejorar el control glucémico en adultos con diabetes tipo 2, en combinación con dieta y ejercicio. Favorece la entrada de la glucosa de la sangre en las células de nuestro organismo y con ello la glucemia.
  • Pérdida de peso: como consecuencia del control de la glucemia ayuda a la pérdida de peso, tan importante en paciente diabéticos tipo 2.
  • Reducción del riesgo cardiovascular: se ha demostrado que reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida.

Además, Ozempic actúa como un agonista del GLP-1 (glucagon-like peptide-1), lo que significa que estimula la secreción de insulina en respuesta a las comidas y disminuye la liberación de glucagón, contribuyendo así a la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Como cualquier medicamento, debe ser utilizado bajo la supervisión de un profesional de la salud

Los medicamentos tipo Ozempic imitan el GLP-1, y hacen que el cuerpo crea que estamos comiendo constantemente. Así es como reducen el hambre.

El Ozempic para perder peso

En el ensayo más largo hasta la fecha se aleatorizó a más de 17 000 personas para recibir inyecciones de semaglutida en dosis altas o un placebo durante cuatro años. En general, quienes tomaron el medicamento perdieron un 9 por ciento más de peso corporal que aquellos en el grupo de placebo, pero toda la pérdida de peso ocurrió en las primeras 65 semanas. A pesar de continuar con las inyecciones semanales durante tres años más, no perdieron más peso en las siguientes 143 semanas.

La pérdida de peso tiende a estabilizarse porque el mismo esfuerzo para reducir calorías (ya sea mediante fuerza de voluntad, fármacos o cirugía) se enfrenta a una resistencia creciente a medida que la pérdida de peso activa cada vez más nuestro circuito de autoregulación y estimula el apetito. En el caso de los fármacos GLP-1, la reducción inicial del apetito que provoca pérdida de peso se ve contrarrestada por un aparente aumento exponencial en la ingesta calórica a medida que el cuerpo vuelve a incrementar la sensación de hambre. En un plazo de 12 meses, esta resistencia, combinada con la menor necesidad calórica debido a un peso corporal más bajo, equilibra el esfuerzo constante por reducir calorías y la perdida de peso se estanca. Y, en cuanto dejamos de tomar el medicamento, el apetito vuelve por completo y comenzamos a recuperar el peso perdido inicialmente.

Efectos secundarios de Ozempic 

Los efectos secundarios mas comunen incluyen náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Los problemas en la vesícula biliar son otro efecto secundario, ya que el exceso de colesterol eliminado por las células grasas puede cristalizarse en la bilis como si fuera caramelo sólido y formar calculos biliares.

También están comenzando a surgir efectos adversos poco comun pero muy graves. Los prospectos de la semaglutida y la tirzepatida incluyen una serie de advertencias que mencionan tumores en la tiroides, inflamación aguda del páncreas (pancreatitis), enfermedad aguda de la vesícula biliar (cilecistopatía), lesión renal aguda (posiblemente causada por deshidratación debido a vómitos o diarrea excesivos),, reacciones alergicas mayor riesgo de hipoglucemia al tomar medicamentos para reducir el azúcar en sangre, empeoramiento de la enfermedad ocular en personas con diabetes tipo 2, aumento de la frecuencia cardíaca que requiere monitoreo y pensamientos depresivos 

¿Cómo puedo contrarrestar estos efectos del Ozempic?

Aunque la mayoría de los efectos secundarios son temporales y disminuyen con el tiempo, se pueden contrarrestar con las medidas adecuadas:

  • Introducción gradual del fármaco: algunos médicos recomiendan comenzar con dosis más bajas y poco a poco incrementarla para permitir que el cuerpo de adecúe. De esta manera se evitarían o disminuirían los problemas gastrointestinales.
  • Dieta equilibrada: se recomienda una dieta equilibrada y porciones más pequeñas, pero más frecuentes para evitar los vómitos y náuseas.
  • Hidratación: si se tienen problemas gástricos tras la inyección, como diarreas o vómitos, debe consumir más líquido para mantenerse hidratado.
  • Control de la glucosa: como he comentado antes, el uso del Ozempic junto a otros medicamentos puede causar una bajada de azúcar, por lo que es importante mantener un seguimiento de la glucosa en sangre.
  • Monitoreo médico regular: las personas que consumen este fármaco deben realizar visitas periódicas al médico para poder evaluar el funcionamiento de los órganos que de manera natural intervienen en el equilibrio de la glucosa en sangre. Entre ellos, el páncreas, la tiroides y los riñones.

Además de todo esto, debemos tener en cuenta el efecto de envejecimiento que puede acarrear el consumo del Ozempic, dando lugar a la famosa «cara Ozempic«, que se debe a la pérdida de los compartimentos grasos que proporcionan soporte a las estructuras faciales. Estos paquetes grasos no vuelven a regenerarse una vez perdidos o es muy raro que puedan volver a su estado original. Por tanto, para tratar esto, se adoptan ciertas estrategias cosméticas o tratamientos dermatológicos no invasivos, como el uso del ácido hialurónico.

Por todo esto, es esencial que los pacientes acudan a su médico antes de comenzar el tratamiento con Ozempic, sobre todo si cuentan con antecedentes de problemas de tiroides, páncreas o renales. Este medicamento puede ser una valiosa herramienta para ayudar a aquellos con problemas metabólicos y apoyar con la pérdida de peso en pacientes adecuados.

Consejos

¿Sufres de retención de liquidos en verano , te ayudo a combatirlo?

La expresión «retengo líquidos» es repetida a menudo en las consultas de nutrición y esta suele darse cuando hay una ganancia de peso corporal. Pero, ¿qué es realmente la retención de líquidos?, ¿qué pasa en nuestro organismo?

El agua es el componente básico más importante del cuerpo humano y supone de media el 60% del peso en los adultos. Dos terceras partes del agua está dentro de las células, y el tercio restante, repartida entre los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos y los espacios entre células y órganos. El agua de ambos compartimentos (el espacio intracelular y el espacio extracelular) contiene sustancias disueltas que contribuyen al equilibrio hídrico.

La necesidad diaria de agua está determinada por la cantidad que se pierde y se metaboliza, y por la que se intercambia con el exterior, la cual depende de factores como la temperatura ambiental, el gasto energético, la actividad física o la composición de la dieta. Las necesidades de ingesta de agua también están determinadas por la edad, el sexo, el peso corporal, y las alteraciones relacionadas con la salud (p.ej. fiebre, vómitos y diarrea).

Cómo se consigue el equilibrio hídrico

Nuestro cuerpo en condiciones normales gana y pierde agua a diario. Para mantener el volumen de líquidos corporales las ganancias y las pérdidas deben equilibrarse entre sí. Esto es importante, ya que el cuerpo no tiene la capacidad de almacenar agua.

Ingresamos agua a través de bebidas, alimentos y por la transformación de nutrientes en energía (agua de oxidación); y la perdemos por la respiración, las heces, la transpiración, sudoración y la orina.

El balance hídrico depende sobre todo de la ingesta de agua y la producción de orina. El tubo digestivo, los riñones y el encéfalo mantienen el contenido de agua corporal relativamente constante. Los mecanismos que sostienen el equilibrio hídrico dependen de varias hormonas, entre las que se incluyen la hormona antidiurética (vasopresina), la aldosterona, la angiotensina II, la cortisona, la noradrenalina y la adrenalina. La sed está regulada por el hipotálamo y controla la ingesta de agua en los individuos sanos.

Principales factores para la retencion de liquidos 

  • Cambios hormonales (menopausia, menstruación).
  • Ciertos medicamentos.
  • Dieta inadecuada (exceso de sal, déficit de proteínas, poca ingesta de agua).
  • Falta de ejercicio físico.
  • Estrés o ansiedad.
  • Falta de sueño.
  • Exceso de calor.

Toma nota de estos consejos para combatir la retención de líquidos:

  1. Mantén una alimentación variada y equilibrada en minerales

Opta por alimentos ricos en magnesio y potasio, como frutas (uva, naranja, frutos rojos), verduras (pimiento, espinacas, zanahorias), cereales integrales, frutos secos, legumbres, semillas y chocolate con más del 85% de cacao. Estos nutrientes ayudan a regular la hidratación y promueven la diuresis.

  1. Modera la ingesta de alimentos ricos en sodio

Evita los alimentos ultra procesados y precocinados, así como salsas, conservas, aperitivos salados, quesos grasos y embutidos, ya que el exceso de sodio favorece la retención de líquidos. En lugar de sal, usa especias como ajo, comino, pimienta negra u orégano para dar sabor a tus platos.

  1. Reduce hábitos tóxicos

El alcohol y el tabaco son nocivos para el organismo y pueden empeorar la retención de líquidos. Redúcelos o elimínalos para mejorar tu bienestar general.

  1. Realiza actividad física diaria

Dedica al menos 30 minutos diarios a caminar o practicar alguna actividad física. El ejercicio ayuda a activar la circulación y la función renal, combatiendo el sedentarismo, uno de los principales enemigos de la retención de líquidos.

  1. Mantén una hidratación adecuada

Bebe al menos un litro y medio de agua al día. Lleva siempre contigo una botella de agua y, si te resulta difícil, opta por infusiones, tés fríos o zumos de frutas y vegetales frescos.

  1. Evita la ropa ajustada

La ropa muy apretada puede perjudicar la circulación sanguínea. Prefiere prendas cómodas y evita pantalones, vestidos y medias de compresión que sean muy ceñidos.

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