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CUALES SON LOS SIGNOS DE ALARMA PARA SABER SI SUFRES UN TCA

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales que se caracterizan por un comportamiento patológico ante la ingesta de alimentos y una obsesión por el control del peso. Son trastornos de origen multifactorial, causados por la interacción de diferentes factores a nivel biológico, psicológico, familiar y sociocultural. Son enfermedades que pueden provocar graves consecuencias tanto para la salud física como mental de la persona, impactando de forma negativa en la vida familiar, social, laboral, académica y emocional de la persona afectada y se suelen diagnosticar mayoritariamente en la infancia y adolescencia.

La adolescencia es una etapa en el desarrollo de la persona y que comporta muchos cambios, ya sean a nivel físico, emocional, de responsabilidad, relacional, etc. El adolescente adquiere mayor autonomía, y ésta a veces puede entorpecer nuestra detección de signos de alarma por parte de las familias.

Este problema de salud acostumbra a tener un inicio más o menos lento, en el que poco a poco se realizan cambios que al ser tan paulatinos la mayoría de las veces pasan inadvertidos en la dinámica habitual de la familia, por lo que es muy importante detectar y evaluar situaciones que pueden comportar el inicio de un TCA; estas situaciones o signos de alarma pueden estar asociados a diferentes ítems relacionados con la patología alimentaria.

Signos de alarma posibles:

  • Miedo o rechazo a un peso normal; excesiva preocupación por el peso o por poder sufrir a un sobrepeso (verbalizado o no).
  • Utilizar la báscula para controlar el peso de forma intensiva y continua, al igual que tomarse mediciones muy continuas.
  • Sospechar o confirmar la presencia de vómitos recurrentes sin base orgánica.
  • Cambios bruscos de peso.
  • Uso de productos diuréticos, laxantes o controladores del apetito sin prescripción médica.
  • Uso de dietas muy restrictivas o cambios bruscos en la alimentación, como dejar de tomar lácteos, dieta vegetariana, «alimentación saludable», etc
  • Excesivo interés y repentino en cocinar, tablas de calorías.
  • Comportamiento extraño respecto a la alimentación: trocear muy pequeño, retirar el aceite y/o salsa, comer de pie, muy rápido o excesivamente lento.
  • Levantarse de la mesa sin que haya finalizado la comida.
  • Intentar comer siempre sin compañía; excusarse para no compartir la comida en familia diciendo que ha comido con un amigo antes de llegar, que ha merendado mucho y no tiene apetito, etc.
  • Detectar que percibe su cuerpo de forma sobredimensionada (más grande de la realidad); intentar esconderlo con ropas oscuras y anchas (cambio en la forma de vestir).
  • Continuos comentarios despectivos respecto a su propio cuerpo.
  • No percibir como los demás su extrema delgadez.

 

Cuando nos encontramos delante de alguna de estas situaciones, no quiere decir que estemos ante una persona que tiene un TCA, pero sí que tenemos que estar alerta y seguir evaluando todas las situaciones y el estado de la persona, pensando que cuanto antes se identifique y se pueda diagnosticar un TCA, mejor será el pronóstico.

Siempre que sospechemos de sintomatología TCA se debe consultar al equipo de atención primaria, que determinará el camino a seguir después de valorar la situación.