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PAPEL DE LA CULPA CUANDO COMES

La culpa al comer puede influir en nuestro estado emocional, pues la ansiedad o el estrés se puede confundir con el hambre, lo cual nos afecta tanto a la salud mental como física, por comer ciertos alimentos provocando episodios de atracones o restricciones excesivas en lugar de disfrutar de la comida,

La presión social y cultural y los estándares de belleza o salud impuestos pueden generar culpa si sentimos que nuestros hábitos alimenticios no cumplen con ellos.

Una alimentación saludable es clave con la ayuda de un profesional nutricionista, abordar esta emoción es crucial para fomentar hábitos saludables 

La culpa puede llevar a comportamientos extremos, como restricciones alimentarias, atracones o ciclos de dieta que perpetúan una relación tensa con la comida, en lugar de ver la comida como fuente de nutrición y placer, se convierte en un motivo de juicio y autocastigo. 

Con los profesionales expertos en nutrición aprenderás pautas a identificar la diferencia de hambre y saciedad, antes, durante y después de comer y que todos los alimentos pueden formar parte de la alimentación para poder guiarte a través de la educación alimentaria a sentirte mejor y disfrutar del placer de la comida, aprendiendo que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada y que ningún alimento «es malo» en moderación.

Desmontan mitos sobre la comida y la necesidad de perfección en la dieta restricciones alimentarias, dietas extremas o reglas estrictas suelen llevar a «transgresiones» que desencadenan culpa.

Autoexigencia excesiva: Tener expectativas poco realistas sobre el propio cuerpo o hábitos alimenticios intensifica la culpa.

Disfrutando de la comida y ayudan a redefinir el acto de comer como un momento de conexión con el cuerpo ya la culpa puede contribuir a trastornos como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria.

Dedica tiempo a saborear los alimentos, comer despacio y prestando atención a cada bocado permite disfrutar plenamente de los sabores, texturas y aromas, masticar lentamente también ayuda a que el cerebro registre la saciedad, evitando comer en exceso y reduciendo así la probabilidad de sentir remordimientos.

 

«No viniste al mundo a contar calorías, viniste a vivir. Come, disfruta, sigue adelante.»


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10 CONSEJOS PAR SUBIR DE PESO DE FORMA SALUDABLE

1. Distribuir las comidas: Come entre 5 y 6 veces al día para repartir las calorías y mantener un suministro constante de energía.

 

2. Incorporar proteínas magras: La proteína es esencial para ganar masa muscular. Incluye fuentes como pollo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos.

 

3. Incluir carbohidratos complejos: Los carbohidratos como arroz integral, avena, quinua y patatas aportan energía sostenida y son fundamentales para aumentar de peso.

 

4. Añadir grasas saludables: Fuentes como aceite de oliva, aguacates y pescados grasos son esenciales para aumentar calorías de manera beneficiosa.

 

5. No saltarse el desayuno: Opta por desayunos ricos en calorías y nutrientes, como avena con frutas y frutos secos o batidos con proteínas.

 

6. Usar «extras» saludables: Añade calorías de forma creativa, como un poco de queso rallado, yogur griego o semillas en tus comidas.

 

7. Hacer ejercicio de fuerza: Levantar pesas o realizar ejercicios de resistencia ayuda a convertir el exceso calórico en músculo en lugar de grasa.

 

8. Hidratación adecuada: Bebe suficiente agua, pero evita líquidos justo antes de las comidas para no reducir tu apetito.

 

9. Ser consistente: El aumento de peso saludable lleva tiempo. Mantén un enfoque constante y sé paciente con los resultados

 

10. Introducir snack saludables entre horas

 

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TENGO EL HIGADO GRASO. ¿QUE PUEDO HACER DE COMER?

Un paciente con hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, puede presentar una acumulación excesiva de grasa en el hígado, es más común en personas con sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia.

 

Es importante un cambio en el estilo de vida, como la dieta y la pérdida de peso, para ello podrás consultar a los especialistas de la nutrición que te realizaran un seguimiento adecuado y personalizado del tratamiento según tus necesidades específicas.

Estos cambios pueden ser muy efectivos para mejorar la salud del hígado y prevenir complicaciones.

  • La dieta Mediterránea rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas saludables como el aceite de oliva. Este tipo de dieta ha demostrado ser beneficiosa para reducir la grasa hepática.

  • Evitar alimentos procesados ya que el consumo de azúcares refinados, carbohidratos simples y grasas trans,  pueden empeorar la acumulación de grasa en el hígado.

  • Aumentar la ingesta de fibra,  los alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas y verduras, ayudan a mejorar la salud metabólica.

  • Controlar las porciones y mantén un equilibrio calórico para evitar el aumento de peso, que es un factor de riesgo para el hígado graso

  • Una dieta baja en harinas refinadas, azúcares y alcohol, junto con la práctica regular de ejercicio.

 

Consejos de un estilo de vida saludable:

  • Ejercicio regular ya que la actividad física, como caminar, nadar o hacer ejercicios aeróbicos, ayuda a reducir la grasa acumulada en el hígado.

 

  1. Consumir calorías suficientes: Aumenta la ingesta calórica diaria eligiendo alimentos nutritivos y densos en energía, como frutos secos, semillas, aguacates y mantequilla de maní.

 

  • Evitar el alcohol pues el alcohol puede agravar la condición, incluso si el hígado graso no es de origen alcohólico.

 

  • Controlar el  peso entre un 5% y un 10% del peso corporal puede marcar una gran diferencia en la salud hepática.

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EL SUEÑO SE PUEDE MEJORAR CON LA ALIMENTACION

El sueño es un pilar fundamental para la salud, ya que influye en la regeneración celular, el equilibrio hormonal y el bienestar general. La nutrición juega un papel clave en la calidad del descanso, ya que ciertos alimentos pueden favorecer la producción de hormonas del sueño y mejorar la relajación, mientras que otros pueden interferir en el proceso de conciliación del sueño.

Mejorar el sueño a través de la alimentación es una estrategia efectiva y natural.

La alimentación tiene gran importancia a la hora de conciliar el sueño y la calidad de vida, por otro lado los malos hábitos alimenticios están afectando cada vez más nuestra capacidad para descansar.

Por lado la falta de nutrientes (triptófano o magnesio) consumo de cafeína, alcohol, cenas ricas en grasas o muy picantes pueden alterar el sueño.

Recomendaciones Nutricionales para un Mejor Descanso

  • Algunos alimentos mejoran el sueño como la leche o infusiones, los huevos, el plátano, las almendras, los cereales etc.
  • Cena ligera y equilibrada, optar por una combinación de proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables.
  • Evitar cenas muy tarde, lo ideal es cenar al menos 2-3 horas antes de dormir.
  • Hidratación adecuada: Evitar el exceso de líquidos antes de acostarse para prevenir despertares nocturnos.
  • Infusiones relajantes como la manzanilla, valeriana o tila pueden ayudar a preparar el cuerpo para el descanso.
  • La nutrición adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad del sueño.
  •  Adaptar la dieta a las necesidades del organismo permite optimizar el descanso y mejorar la salud en general.

Alimentos y Bebidas que Perjudican el Sueño

  • Cafeína y estimulantes, como en el café, té negro, refrescos y chocolate, pueden interferir en el sueño si se consumen en la tarde o noche.
  • Azúcares refinados ya que provocan picos de glucosa que pueden generar insomnio y despertares nocturnos.
  • Comidas pesadas y grasas como fritos, embutidos y comidas muy condimentadas dificultan la digestión y pueden interrumpir el descanso.
  • Alcohol puede inducir somnolencia, altera las fases profundas del sueño, reduciendo su calidad.

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¿QUE HAGO SI NO ME GUSTA MI CUERPO?

La nutrición es esencial para cuidar de nuestro cuerpo y bienestar. Una alimentación equilibrada y adecuada no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la energía, el estado de ánimo y la salud general. 

La forma en que pensamos sobre la comida, el cuerpo y la salud está conectada con nuestra imagen corporal. A menudo, las tendencias de alimentación están vinculadas con estándares corporales impuestos por la sociedad.

Cuando no te sientes satisfecha con tu cuerpo es algo que muchas personas experimentan en algún momento de su vida, te recomiendo ponerte en contacto con  profesionales nutricionales, ya que ellos pueden enfocarte en hábitos saludables y pautas personalizada para ayudarte desde una preceptiva nutricional a desarrollar una relación más positiva con la alimentación y tu cuerpo, haciendo pequeños cambios y duraderos en el tiempo, evitando dietas milagrosas y perjudiciales, saltarse comidas, ayunos forzados o eliminar grupos enteros de alimentos solo crea frustración.

Además, es importante enfocarse en metas realistas y buscar ayuda de expertos, como dietistas o nutricionistas, aprendiendo junto a profesionales a mejora la autoestima, consiguiendo objetivos y metas, comer alimentos nutritivos y equilibrados, hacer ejercicio que te guste (baile, yoga, pesas, caminar, etc.), dormir bien y manejar el estrés.

Los nutricionistas trabajan para comprender tu historia clínica, tus hábitos alimenticios y tus objetivos personales. Más allá del peso, analizan factores como el estado de salud general, la composición corporal y tus necesidades nutricionales específicas sigue una alimentación variada y sostenible donde puedas disfrutar sin culpa.

Los nutricionistas también pueden ayudar a identificar si se está comiendo por hambre física o emocional, ayudando a regular el bienestar y la autoaceptación, también desmontan mitos nutricionales y enseñarte opciones que se adapten a tu estilo de vida.

La nutrición no solo alimenta nuestro cuerpo; también puede ser una herramienta poderosa para nutrir nuestra mente y autoestima.

  • Si sientes que la insatisfacción es profunda, busca ayuda profesional y en lugar de privarte de alimentos, céntrate en darle a tu cuerpo lo que realmente necesita para sentirse bien.

 

«Tu cuerpo es el reflejo de cómo lo cuidas y lo nutres. Ámalo, respétalo y aliméntalo con lo que merece: salud, equilibrio y bienestar.»


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¿QUE COMER DURANTE LA MENOPAUSIA?

 

¿Qué es la menopausia?

La menopausia no es una enfermedad, sino una situación fisiológica en la vida de la mujer, en la que se pone fin a la etapa reproductiva.

En ella los ovarios dejan de producir óvulos, lo que significa el cese de la menstruación y conlleva el cese de la producción de estrógenos y la aparición de una serie de síntomas, más o menos acusados en unas mujeres o en otras, que pueden paliarse y/o prevenirse fácilmente con unos buenos hábitos de vida y, en caso necesario, con un tratamiento adecuado e individualizado.

SINTOMATOLOGÍA

Los síntomas más inmediatos suelen ser sofocos y sudores, nerviosismo, irritabilidad, trastornos del sueño, humor depresivo, ansiedad, dificultad de concentración, cansancio, dolores de cabeza o palpitaciones. También aparece una tendencia al aumento de peso y a la redistribución de la grasa corporal con una mayor acumulación en la zona abdominal.

Como problemas de salud, a largo plazo pueden aparecer los siguientes:

  • osteoporosis (disminución de la masa ósea, que tiene como consecuencia un aumento del riesgo de fracturas).
  • aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • tendencia al aumento de los niveles de colesterol.
  • elevación de la presión arterial (en la etapa reproductiva la mujer está más protegida que el hombre por su producción de estrógenos).
CONSEJOS y RECOMENDACIONES
  • Durante la menopausia es importante enriquecer la dieta con alimentos con mucho calcio como lácteos desnatados, legumbres, hortalizas y cereales integrales.
  • El pescado nos aportará ácidos grasos esenciales de la serie omega 3, muy útiles en la prevención de algunas enfermedades cardiovasculares.
  • El ejercicio físico diario (30 minutos) mantiene la masa muscular, evita el aumento de peso y ayuda en la lucha contra la osteoporosis

Además, la dieta puede ser clave para manejar síntomas comunes como los sofocos, el insomnio y la fatiga 

Sofocos: los alimentos ricos en magnesio como las espinas, almendras o plátanos, pueden ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de estos sofocos.

La incorporación de alimentos ricos en triptófano como el pavo, huevos y avena puede mejorar la calidad del sueno 

Fatiga: una dieta equilibrada que incluya carbohidratos y alimentos ricos en hierro ayuda a mantener niveles altos de energía

Por ultimo mantener una buena hidratación también es crucial para los cambios hormonales 

La menopausia incrementa el riesgo de ciertas enfermedades como cardiovasculares y osteoporosis te mostramos como puedes mejorar este riesgo:

Salud ósea: consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D. Algunos ejemplos son los lácteos bajos en grasa, almendra, brócoli y pescados con espina blanda como las sardinas

Salud cardiovascular: los cambios hormonales pueden aumentar los niveles de colesterol y la presión arterial. Para contrarrestarlo. Se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas y trans y optar por grasas insaturadas además de alimentos ricos en omega 3 como el Salmon o las nueces

Y aunque una dieta equilibrada es la base de una buena salud los suplementos pueden ser útiles para cubrir deficiencias algunos recomendados son:

Calcio y vitamina D para mantener la salud ósea 

Magnesio para ayudar con los calambres musculares y mejorar el sueño y la ansiedad

Omega 3 para la salud cardiovascular y la reducción de la inflamación 

Pero siempre es importante consultar a un profesional antes de comenzar con cualquier suplementos 

Muchas gracias por confiar en nuestro equipo y esperamos haber ayudado 

Centro Nutrieat

 

 

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DIETA BAJA EN FOODMAP

El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado o SIBO consiste en la presencia anormal de bacterias en el intestino delgado. Estas bacterias, normalmente, están en mayores concentraciones en el colon. Cuando se ingieren hidratos de carbono o azúcares, las bacterias hacen una reacción de fermentación en el mismo intestino delgado, que genera una cantidad excesiva de gases que provocan la sintomatología.

El intestino contiene de forma normal bacterias y otros microorganismos que viven en equilibrio en cantidades variables, lo que se conoce como microbiota. Cuando se rompe este equilibrio se produce una alteración de la microbiota intestinal o también llamada disbiosis. Esta alteración puede suceder por diferentes causas como alguna restricción dietética o por el uso de antibióticos. Un tipo de disbiosis es el SIBO.

Las molestias más frecuentes del SIBO son la distensión abdominal (aumento del perímetro abdominal), hinchazón abdominal (percepción de pesadez), sensación de digestiones pesadas, aumento de gases, acidez, diarrea y estreñimiento. Sin embargo, otras enfermedades como el síndrome del intestino irritable o la dispepsia, entre otras, también presentan una sintomatología muy parecida.

 

Diagnóstico:

Para el diagnóstico del SIBO, la prueba más específica es a través de un cultivo del líquido de la zona intermedia del intestino delgado, la parte yeyunal. Sin embargo, para conseguirlo es necesario realizar una gastroscopia, que es un procedimiento invasivo. Para evitar someter al paciente a ese procedimiento, existe otro método de determinación indirecta que es el más comúnmente usado en la actualidad.

Este procedimiento consiste en determinar, a través de la exhalación del aliento, la cantidad de hidrógeno y metano, gases que producen las bacterias durante la fermentación.

Otro indicativo que puede ayudar a sospechar si es SIBO o no son los factores de riesgo de cada paciente. El SIBO tiene mayor prevalencia en algunos pacientes, como los que tienen diabetes tipo 1 y 2, los pacientes intervenidos de estómago o intestino, con enfermedad celíaca y los que tienen trastornos del eje cerebro-intestino.

Para el tratamiento del SIBO es necesario controlar las causas. Por ejemplo, en los casos de pacientes con diabetes y SIBO, el control del azúcar en sangre es muy importante antes de iniciar el tratamiento dirigido al SIBO.

Por otro lado, en la mayoría de los pacientes, es necesario realizar algunas modificaciones en la dieta por un breve período de tiempo, para evitar otros desequilibrios en la microbiota. En pacientes con diarrea de larga evolución y mala absorción de nutrientes, es necesario tratar la causa y corregir las deficiencias nutricionales. Para ello, se pueden usar antibióticos orales, en pautas cortas o de forma cíclica.

Pese a que en los últimos años el SIBO es más conocido entre la población, es importante acudir a un profesional de la salud para que determine bien si la sintomatología la causa el SIBO u otra enfermedad. Automedicarse antes de un diagnóstico puede empeorar la sintomatología o el curso de otras enfermedades, en caso de no tratarse de un SIBO.

Tratamiento:

La dieta pobre en FODMAP excluye ciertos componentes que pueden pasar, sin ser absorbidos en el intestino delgado, directamente al colon donde incrementan el contenido de agua en la luz intestinal debido al incremento de la carga osmótica que producen. Además, inducen la producción de gas debido a la fermentación. Los componentes que se quitarán serán: alimentos Fermentables, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos, Azúcares y Polialcoholes.

Este tratamiento consta de dos fases:

  • La primera fase tendrá una duración de 4-8 semanas: en esta se restringen todos estos alimentos de forma estricta.
  • En la segunda fase se van reintroduciendo los alimentos inicialmente retirados, de acuerdo con la tolerancia de cada persona, con el fin de ir comprobando la tolerancia individual.
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MITOS SOBRE DIETA SIN GLUTEN Y SIN LACTOSA

La dieta baja en gluten y lactosa sin prescripción médica, puede tener consecuencias para nuestra salud. De acuerdo al estudio realizado por la Academia Española de Nutrición y Dietética y Mapfre, el 25% de los españoles que sigue una dieta de exclusión no toma alimentos con lactosa, mientras que el 31% evita muchos de los que tienen gluten y un 8% dice llevar una dieta completamente libre de gluten.

 

Razones:

Muchos de los motivos que vemos en consulta por lo cual dejan de tomar este tipo de nutrientes, es por pensar que son insanos. Aunque el gluten y la lactosa no son nutrientes imprescindibles, dejarlos sin una prescripción puede ser peligroso, ya que en muchas ocasiones los motivos por el cual se toma esta decisión, es para conseguir una bajada de peso, o porque la persona que puede tener algún problema digestivo se hace un autodiagnóstico. Esto hace que las restricciones no solamente se queden aquí, sino que pueden ir a más con el tiempo.

Cuando seguimos este tipo de modas sin un consejo médico, al quitar estos productos solemos introducir sustitutos como bebidas vegetales con alto porcentaje en azúcar y harinas refinadas de peor calidad y pobres en fibra, y todo esto es debido a una falsa creencia que puede circular mayormente entre mujeres y por influencia de redes sociales. En el caso de la lactosa, además, a la decisión personal se añade que el 30% de los españoles que la evitan lo hacen porque aseguran que les sienta mal. Entre los síntomas con los que los entrevistados justifican auto diagnosticarse y no tomar ciertos alimentos se encuentran el malestar estomacal (35%), la acidez o el reflujo (28%) y la hinchazón abdominal (38%).

No obstante, el 13,9% de las personas que llevan una dieta sin gluten no refieren hacerlo por los síntomas, y el 14,8% de las que excluyen la lactosa tampoco.

 

Problemas de salud:

Dejar de tomar alimentos con lactosa o con gluten sin la ayuda de un profesional puede comportar también riesgos como una menor ingesta de calcio que perjudique a la salud ósea o un déficit de vitaminas D y B12, imprescindibles para evitar enfermedades como la osteoporosis o el raquitismo. También añadir que, si no tenemos una intolerancia grave diagnosticada por un profesional a la lactosa, el eliminarla completamente de la dieta, puede hacer que nuestro mismo cuerpo, deje de fabricar las enzimas necesarias para su digestión y absorción. Asimismo, eliminar el grano entero y la fibra puede afectar negativamente a la salud cardiovascular. Excluir la lactosa o el gluten puede dificultar gravemente el diagnóstico de patologías como la celiaquía o intolerancias alimentarias, ya que el encontrar el origen del malestar se vuelve mas complicado.

 

Educación nutricional y mitos:

  • “El gluten es malo para nuestra salud”: El gluten, una proteína encontrada en el trigo, la cebada y el centeno, es completamente seguro para la mayoría de las personas. Solo aquellos con enfermedad celiaca o sensibilidad al gluten deben evitarlo.
  • “Los productos sin gluten son siempre mas saludables”: No todos los productos sin gluten son más saludables. Algunos pueden tener más azúcar o grasa para compensar la textura y el sabor. Es importante leer las etiquetas y elegir productos que sean nutritivos y adecuados para tu dieta.
  • “El gluten y la lactosa me hacen engordar”: Este pensamiento puede conllevar que los ciudadanos terminen eliminándolos de su dieta sin un motivo médico -o ético en el caso de los lácteos- y, por ende, sin la supervisión médica necesaria.

En cualquier caso, también insisten en dejar claro que no son imprescindibles. Quienes no los toman por intolerancias o enfermedades, no tienen nada que temer si cuentan con apoyo profesional.

Los beneficios de la lactosa, por ejemplo, puede encontrarse también en bebidas vegetales enriquecidas con calcio y sin azúcares, así como en frutos secos como las almendras y las avellanas. En cuanto al aporte de fibra que suele obtenerse sobre todo de los productos con gluten, se halla igualmente en verduras y legumbres como los garbanzos, las lentejas y el brócoli.

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QUE ME LLEVO AL TRABAJO SI QUIERO COMER SALUDABLE

Cuando tenemos que comer en el trabajo nos surge una preocupación: ¿cómo puedo controlar de forma correcta mi alimentación?

Un método de cocinado que nos puede ser de ayuda es el batch cooking. Lo importante en este tipo de método de cocinado, es planificar un menú semanal acorde a nuestras necesidades. Nuestra semana de comidas, no hay que olvidar que tiene que estar repleta de alimentos saludables y de calidad, como incorporar legumbres una o dos veces a la semana, pasta y arroz una vez cada una, carnes, pescado, huevos, vegetales, fruta y productos integrales.

Este método de cocinado te permite cocinar en pocas horas, lo necesario para comer durante toda la semana, optimizando los recursos y las cocciones. Esto nos permite acercarnos a una alimentación saludable y casera, evitando así la comida fuera de casa, que siempre será de peor valor nutricional que lo que nosotros podemos elaborar.

El batch cooking nos permite reducir tiempo en la cocina, organizar nuestra alimentación y mejorarla, en cantidad y en calidad, permitiéndonos ahorrar dinero y evitar desperdicios de alimentos.

Recetas fáciles para llevar al trabajo:

Lunes: Ensalada de espinacas, queso fresco, pollo y semillas de sesamo

Necesitaremos:

  • 100 gramos de espinacas
  • ½ aguacate
  • 75 gramos de pollo
  • 75 gramos de queso fresco
  • 1 cucharadita de semillas de sésamo

Para el aliño (tendremos para 2 veces)

  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharada de miel
  • 1 cucharada de mostaza

Elaboración:

  • En primer lugar, prepararemos el aliño mezclando todos los ingredientes en un recipiente pequeño, apto para guardar en el frigorífico
  • Lavamos las espinacas y las manzanas
  • Troceamos al gusto las hojas, el aguacate y el pollo
  • Removemos todos los ingredientes en un bol, y añadimos el aliño
  • ¡Añadimos las semillas de sésamo y listo!

 

Martes: Ñoquis con queso feta, tomates Cherry y gambas

Necesitaremos:

  • 1 ajo tierno
  • 50 g de queso feta
  • 130 gramos de ñoquis
  • 80 g de tomates cherry
  • 75 g de gambas congeladas
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta al gusto

Para elaborar nuestro plato seguiremos los siguientes pasos:

  • Calentaremos en una sartén, el ajo tierno junto al aceite.
  • Una vez que se aromatice, añadiremos las gambas y dejamos que se cocinen.
  • Salpimentamos y dejaremos que confiten a fuego suave.
  • Incorporaremos los ñoquis y los tomates Cherry y saltearemos. Una vez blandos, emplatamos
  • Desmenuzaremos el queso feta y la albahaca, ¡y a disfrutar!

 

Miércoles: Ensalada de garbanzos

Ingredientes:

  • 100 gramos de garbanzos cocidos
  • ½ zanahoria
  • ¼ de pimiento rojo
  • ¼ de pimiento verde
  • ¼ de cebolla morada
  • 40 gramos de espinacas
  • 20 gramos de rúcula
  • ¼ de tomate
  • Una pizca de perejil
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta al gusto

Para esta receta, simplemente verteremos todos los ingredientes en un bol, y removemos. Una vez listo, añadiremos el aliño, ¡y listo!

 

Jueves: Ensalada campera

Utilizaremos:

  • 200 gramos de patata cocida
  • 1 cebolleta
  • 1 tomate de pera
  • ½ pimiento italiano
  • ½ pimiento rojo1 huevo
  • ½ lata de atún
  • 5 aceitunas negras o verdes
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen
  • Sal, pimienta y perejil al gusto

Elaboración:

  • Cocemos la patata y el huevo en abundante agua, y pelamos.
  • Añadimos en un bol toda la verdura troceada en tamaño mediano
  • Añadimos el huevo y la patata troceada
  • Añadimos el aliño, y metemos al frigorífico hasta que vayamos a consumir.

 

Viernes: Ensalada de pasta con salmón ahumado

Ingredientes:

  • 50 gramos de pasta integral
  • 50 g de salmón ahumado
  • 3 cucharadas de maíz en grano
  • 1 lata de atún
  • ½ pimiento rojo
  • ½ tomate
  • Sal al gusto

Para el aliño:

  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen
  • ½ cucharada de vinagre de arroz
  • ½ cucharada de mostaza de Dijon
  • Sal y pimienta al gusto

Elaboración:

  • Cocemos la pasta y escurrimos bien
  • Partimos todos los ingredientes y añadimos a un bol
  • Añadimos la pasta y removemos bien
  • Añadiremos el condimento, y ¡listo para comer!
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CUALES SON LOS SIGNOS DE ALARMA PARA SABER SI SUFRES UN TCA

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales que se caracterizan por un comportamiento patológico ante la ingesta de alimentos y una obsesión por el control del peso. Son trastornos de origen multifactorial, causados por la interacción de diferentes factores a nivel biológico, psicológico, familiar y sociocultural. Son enfermedades que pueden provocar graves consecuencias tanto para la salud física como mental de la persona, impactando de forma negativa en la vida familiar, social, laboral, académica y emocional de la persona afectada y se suelen diagnosticar mayoritariamente en la infancia y adolescencia.

La adolescencia es una etapa en el desarrollo de la persona y que comporta muchos cambios, ya sean a nivel físico, emocional, de responsabilidad, relacional, etc. El adolescente adquiere mayor autonomía, y ésta a veces puede entorpecer nuestra detección de signos de alarma por parte de las familias.

Este problema de salud acostumbra a tener un inicio más o menos lento, en el que poco a poco se realizan cambios que al ser tan paulatinos la mayoría de las veces pasan inadvertidos en la dinámica habitual de la familia, por lo que es muy importante detectar y evaluar situaciones que pueden comportar el inicio de un TCA; estas situaciones o signos de alarma pueden estar asociados a diferentes ítems relacionados con la patología alimentaria.

Signos de alarma posibles:

  • Miedo o rechazo a un peso normal; excesiva preocupación por el peso o por poder sufrir a un sobrepeso (verbalizado o no).
  • Utilizar la báscula para controlar el peso de forma intensiva y continua, al igual que tomarse mediciones muy continuas.
  • Sospechar o confirmar la presencia de vómitos recurrentes sin base orgánica.
  • Cambios bruscos de peso.
  • Uso de productos diuréticos, laxantes o controladores del apetito sin prescripción médica.
  • Uso de dietas muy restrictivas o cambios bruscos en la alimentación, como dejar de tomar lácteos, dieta vegetariana, «alimentación saludable», etc
  • Excesivo interés y repentino en cocinar, tablas de calorías.
  • Comportamiento extraño respecto a la alimentación: trocear muy pequeño, retirar el aceite y/o salsa, comer de pie, muy rápido o excesivamente lento.
  • Levantarse de la mesa sin que haya finalizado la comida.
  • Intentar comer siempre sin compañía; excusarse para no compartir la comida en familia diciendo que ha comido con un amigo antes de llegar, que ha merendado mucho y no tiene apetito, etc.
  • Detectar que percibe su cuerpo de forma sobredimensionada (más grande de la realidad); intentar esconderlo con ropas oscuras y anchas (cambio en la forma de vestir).
  • Continuos comentarios despectivos respecto a su propio cuerpo.
  • No percibir como los demás su extrema delgadez.

 

Cuando nos encontramos delante de alguna de estas situaciones, no quiere decir que estemos ante una persona que tiene un TCA, pero sí que tenemos que estar alerta y seguir evaluando todas las situaciones y el estado de la persona, pensando que cuanto antes se identifique y se pueda diagnosticar un TCA, mejor será el pronóstico.

Siempre que sospechemos de sintomatología TCA se debe consultar al equipo de atención primaria, que determinará el camino a seguir después de valorar la situación.

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